Carlos Luna y Roberto Rugerio, dos estéticas creativas

Ramón Almela. Doctor en Artes Visuales

Detalles de obras de Picasso y Carlos Luna
El arte es realmente un concepto inasible. No puede encapsularse o enmarcarse con facilidad. Se intuye, se palpa y aparece vibrante unas veces, del mismo modo que diseminado y enmascarado en otras ocasiones en las que hay que descifrar su multifacética manifestación. La práctica artística actual no está limitada a la construcción de la imagen, que a pesar de todo, persiste fuerte en la creación.
Roberto Rugerio. Detalles de "Miscelanea". (Objetos de color verde en bolsas de plástico)
Hay artistas instalados en la imagen, en la producción febril de la imagen, impulsados casi trágicamente –sin otra salida– por una fuerza interna que, en una peculiar fecundidad, conduce a producir incesantemente; pintar o dibujar se convierte en imperativo vital que amenaza descomponer su equilibrio psíquico. Es una pulsión, base de la experiencia estética, que busca mitigar deseos reprimidos encontrando la satisfacción en la elaboración de una realidad a partir de la vivencia y la percepción de su entorno. Es un proceso interno por el que se llega, a través de la sublimación de impulsos profundos reprimidos, a un nivel elevado de integración y simbolización de los objetos y conceptos volcados en una forma de expresión personal-original.
Carlos Luna. "Tu casa es un infierno, la mía no" 2008
Aquí, la producción del artista responde a, en términos estéticos, una "poiesis" una acción que transforma y continúa el mundo: una producción individual del artista genial que remonta la historia y la tradición. De manera complementaria, otros artistas propician a través de sus acciones o piezas entendidas bajo la estética de la recepción (La obra se completa en el espectador/lector) poniendo en juego una "aiscesis" que genera una experiencia gregaria de sublimación perceptiva en el intercambio significante.
Existe otro tipo de artistas que han evolucionado superando aquellos inconscientes conflictos internos. Estos individuos se asientan en la imagosfera, la esfera de la imagen actual en la que intervienen con sus prácticas de producción simbólica, prácticas de circulación de sentido, gobernados bajo el principio de la práctica significante en lo visual que les lleva a nuevos territorios en un proceso de riguroso desmantelamiento de las prácticas artísticas en las que se envuelven. Este tipo de artista se comporta como agente social, trabajador de lo inmaterial y productor de conocimiento en un contexto histórico en el que el saber se ha convertido en una fundamental fuerza de la economía.

Estas dos visiones de la realidad creativa conllevan dos distintos modos de vivir el tiempo. Son dos temporalidades contrapuestas concebidas como realidad que forma el espacio donde desplazarse. En una, la experiencia, la acción y la expectativa aparecen
Roberto Rugerio. "A ver si pega"
como formas de la conjugación temporal que se aúnan centradas en la acción presente, el aquí y ahora de la producción donde convergen la experiencia del pasado y la expectativa del futuro. Un tiempo que genera un espacio fijo e inmóvil. En el otro polo de la vivencia creativa del tiempo, el artista vive una temporalidad de trayectoria donde la experiencia se proyecta sobre el presente impulsando expectativas que generan un espacio múltiple y flexible, ubicuo, casi intemporal.
Carlos Luna y Annegreth Hill, curadora
de la muestra en el estudio del artista. 2008
Carlos Luna es uno de los artistas que ajustan al perfil de artista febril por la imagen. Una importante exposición de su obra pictórica acompañando cerámicas de Picasso en el Complejo Cultural Universitario, hasta el 17 de Enero 2010, sirve de referente para explorar su horizonte estético-vivencial.
Carlos Luna. "Árbol grande, guajiro yo" 2001
Carlos Luna. "Hello Guajira" 2008
Carlos aparece en Puebla exiliado de Cuba forjándose con ahínco su propio lugar dentro del espacio social poblano. Con gran habilidad supo atraer los sectores institucionales y comerciales hacia su obra. No dejó pasar oportunidad alguna que se le presentara y las enlazó con la seguridad en el valor de su obra. La confianza en ella, junto a esa personalidad extrovertida labró una clientela que lo sustentó en Puebla y le abrió los cauces de comercialización en otros ámbitos. Se acercó a todo aquel que pudiera representar un apoyo a su visión. Hay que advertir que no estuvo ausente de dificultades y penurias. El desplazamiento y éxito de toda personalidad inquieta y distintiva
genera inconformidad y envidia en su área. Quizás su obra con la calidad de ejecución, ajuste conceptual y simbolización vernácula, se correspondió con los intereses del mercado. Sus intereses le conducen más tarde a establecerse en Miami. Lo cierto es que su ascenso estuvo marcado por la controversia que le acompaña hasta incluso su regreso a Puebla con esta exposición institucional de gran envergadura. Estaba prevista mostrarse en Mayo 2009 en el Museo S. Pedro
Plato de cerámica de Picasso y detalle Carlos Luna "Torito Power"
de Puebla después de exhibirse en el Museo de Arte de Fort Lauderdale (Florida); fue sólo después que se decidió como sede el Complejo Cultural Universitario de donde continuará su periplo por USA y España.
Carlos Luna. "Latin Lovers" 2008
Picasso. "Cara" 1955
Abordaría la obra de Carlos Luna siguiendo las reflexiones que realicé en el artículo "Mito y metáfora en Carlos Luna" con una exposición en 2002 en Puebla. Su obra se sitúa como un cruce entre el universo iconográfico de mitos afrocubanos, la factura y calidad de su pintura, y la eficiencia de su difusión personal. Cada una de estas áreas es cumplida con eficacia. En Carlos destaca la tenacidad en la producción de imágenes a través de la acción de abocetar constantemente sus ideas, asimilando la realidad percibida, que serán la configuración de nuevas obras. Los
Carlos Luna. "Bum Bum de pingas el caso" 2005
parentescos formales hallados con el estilo de Picasso, que es la base de su presentación actual, no son fortuitos. Creo que se aprecia desde la misma esencia de ser artistas abocados a la producción febril de la imagen, por un lado, y la raíz española compartida con Picasso. Existe una estilización de identidad hispana a través del ordenamiento geométrico, con una demarcación lineal de los
contornos, alejado de la perspectiva euclidiana del espacio proveniente desde los tiempos del Románico que permite distinguir los frescos de las iglesias hispanas de las europeas. Inclusive esta caracterología distintiva del espacio se resaltará a través de las iglesias del periodo gótico y más tarde con otros artistas españoles como Velázquez. Sin duda, de todo ello deriva que el cubismo analítico surge precisamente de dos pintores hispanos, Picasso y Braque.

Ambos artistas se entusiasmaron por los manuscritos ilustrados de tiempos románicos, del monje Beatus de Liébana. Carlos Luna experimentó desde niño, así mismo, la cultura de la imagen artística contemplando la selecta colección de su abuela y quedó afectado por la visión de los dibujos, expresiones desinhibidas de su padre, sobre la pared. Con una exigente educación artística en Cuba fue decantando elementos estéticos de las vanguardias del siglo XX
Girona Beatus Manuscrito Románico, 975 A.D.
fundiéndolos con la figuración afrocubana en un juego metafórico y simbólico de impronta personal donde los iconos del gallo, el toro, el caballo y el cocodrilo asumen la narrativa de experiencias cotidianas bajo una óptica de erotismo y violencia, mezcla de fantasía y realidad.
Carlos Luna. "El Gran Mambo" 6 piezas, 3,66 x 4,88 metros. 2006
La muestra atrae una gran cantidad de visitantes. El nombre de Picasso respalda la atención primordial, sin duda, pero su trabajo recibe la aceptación del espectador. Sólo es de esperar que el Complejo Cultural de la UAP no se estanque en mostrar figuras de éxito y emprenda una responsable utilización de su privilegiado espacio para fomentar nuevos públicos y no quede limitada la apreciación estética de los espectadores a una tendencia legitimada por la institución y el mercado.
Carlos Luna. "Cría fama" 2006
Carlos Luna. "Café caliente Juliana" 2004
Tuve la oportunidad de conocer a Carlos Luna hace más de diez años con motivo de la curaduría que realizó para la exposición "Territorios y Visiones" del Museo Universitario cuando me encargué de la introducción del catálogo, donde también se presentó Roberto Rugerio, artista que sintetiza bien ese otro perfil de artista inmerso en la dinámica evolutiva de la imagen pleno de
Rigoberto Benitez, Roberto Rugerio junto a Elsa Hernández en la inauguración de la muestra
Roberto Rugerio. "La acróbata" 1998
Roberto Rugerio entre otros artistas de la muestra "Territorios y Visiones" 1998
actividad significante de circulación de sentido. Hace una década, la creación de Rugerio pertenecía al producto pictórico adeudado de la tradición oaxaqueña con evidente anclaje comercial. Ha logrado desplazarse de ese espacio estético para entrar en una reflexión dinámica cautivante y sutil de su ser, los objetos y el entorno que ha ido desgranando en diversas muestras en el pasado como la que comentaba en "Roberto Rugerio: de lo intranscendente y el tiempo pasado". Lo que ahora presenta en la Galería de Arte Moderno y Contemporáneo "Prótesis, el implante en la naturaleza" aunado a la edición de un libro de imágenes fotográficas "Orgánica. Mapeando la naturaleza" ratifica una orientación exigente con el concepto artístico de sensibilidad perceptiva que impulsa al espectador a percibir, mirar y ver su tiempo y su espacio a través de su mirada. Por ella, la imagen y la ordenación de su pensamiento fructifican en la creación de un ámbito que oscila entre ironía crítica y concienciación vital.
Roberto Rugerio. "Reforestando" Impresión digital. 2007
Premio Bienal VI Bienal de Los Angeles
R. Rugerio "Implante" 2009
A través de su reflexión objetual, Rugerio disuelve la escisión sujeto-objeto, generalizada vivencia común, cuando se considera la propia persona. Con su obra, se reafirma la inexistencia de un "yo" separado de los objetos. Es el principio básico de la fenomenología a la que Rugerio se apega cuando nos hace percibir su mundo que es el horizonte a través del cual se le aparecen los objetos con carga de sentido. Todas las piezas en la instalación, intervenciones, dibujos y fotografías revelan la impronta de un ser que escruta la realidad, apuntando nuestro observar, como Mcluhan afirmó que una función del arte es "crear medios de percepción mediante la creación de contra ambientes que abren la puerta de la percepción a gente que, de otra manera, estaría enmudecida dentro de una situación de no percepción"
"Conserva" Detalle
Roberto Rugerio. "Conserva" 300 tapas de lata. 140 x 140 cm. 2009
Rugerio nos envuelve con su verde dominante y sus conceptos de urbano, injerto, artificio, orgánico y naturaleza, guiando de modo simultáneo nuestra atención a nivel de criterio humano y ciudadano. Con orientación ecológica, implica en su actividad plástica la responsabilidad social del artista que incita el compromiso no sólo intelectual sino afectivamente con la vida.
Roberto Rugerio "Alfombra"
Tinta sobre papel cuadriculado. 15x180 cm
Roberto Rugerio. "In-orgánica" 500 botellas plástico de la calle
Estos dos artistas, que coinciden en su existencia expositiva y vivencial de Puebla en distintas etapas, difieren sustancialmente por su estética creativa, que lejos de invalidarse mutuamente se complementan y se sitúan como dos lados de una moneda vital que es el papel que el artista cumple en la sociedad. El peligro para ambos en sus carreras es siempre complacer al público que los rodea y acoge, esos que los consagran y otorgan el éxito que esconde exigencias anuladoras de la creatividad y la evolución.
Roberto Rugerio "Miscelánea". (Objetos de color verde en bolsas de plástico)
Publicado el 6 de Enero de 2010