Masturbación orgullosa en el 7º Salón de Arte Erótico

Ramón Almela. Doctor en Artes Visuales

Elizabeth Castro. "Self Service"
Las representaciones eróticas son parte de la obra de casi todos los artistas. Vuelcan sus obsesiones y preferencias sexuales de manera velada, o directa en obras que casi nunca salen a la luz pública. La ciudad de Puebla, reconocida especialmente como católica y conservadora, alberga este grupo de artistas que llevan realizando de manera independiente y sin censura exposiciones de obras eróticas bajo una temática específica para cada muestra. (Consultar en el archivo de critic@rte: "Belleza de lo Obsceno. 5º Salón de Arte Erótico", Dic. 2000 y "Perversión y moral en el erotismo. 6º Salón de Arte Erótico", Dic. 2001)
Marco Ragás "Manual chaquetero no.3"
Ramón Almela. "Sharon Stone" Carbón sobre periodico
Estas muestras tienen característica de clandestinidad y festejo en una noche pudiéndose asistir únicamente por invitación. La sociedad poblana está satisfecha que se continúe haciendo de esa manera sin salir a la luz pública, y que no conmueva o plantee reconsideraciones en las creencias. El erotismo y la pornografía se mantienen en privado para no exaltar o escandalizar la mente de la población creyente. La desacreditación en las imposiciones del tema sexual por parte de la jerarquía católica se incrementa junto al clima de apertura sexual en Europa, a pesar del puritanismo predominante en la cultura anglosajona de USA, o la católica imperante en México. Una de las funciones que el arte asume es el de ser un sistema de consciencia que permite al espectador abordar nuevas realidades o repensarlas, impulsando al cambio. El arte erótico, en concreto, puede servir como arma de lucha de la mentalidad creativa señalando inhibiciones y represiones.
Javier Gonzalez "Con-tacto"
José Bayro "Turbulencia de más"
Cuarenta artistas con obra de pequeño formato protagonizaron el 7º Salón de Arte Erótico que emplazaba la creación plástica bajo el tema "+turbarse+" en la noche del 30 de Noviembre, 2002 en Puebla. Una muestra con carácter festivo y exclusivo que atrae por ese sentido de clandestinidad y por la creciente calidad exhibida. Por primera vez la mayoría de los artistas se ajustaron al tema planteado, aunque sigue existiendo la informalidad y despreocupación por parte de algunos que se comprometen y no entregan obra en tiempo planeado, no aparecen o contribuyen con escaso número de obras. En cada convocatoria se van incorporando nuevos artistas de reconocido prestigio como, esta vez, Germán Venegas, Federico Silva y Raymundo Sesma. Estos no realizaron aportaciones interesantes que, sin embargo, se distinguen en la inquietud de los restantes participantes por una exploración plástica de las posibilidades de la fotografía, materiales y conceptos. Se observa, también, quizás un enlace excesivo del erotismo a la genitalidad desatendiendo otras dimensiones más profundas del ser humano.
Erotismo prehispánico. Conferencia de Eduardo Merlo
En este 7º Salón, el antropólogo Eduardo Merlo ofreció la oportunidad única de contemplar imágenes de códices charlando sobre el erotismo prehispánico. Resaltaba en estas culturas el desinhibido tratamiento de la sexualidad encarnada en diferentes deidades y escenas cotidianas. La figura femenina, la homosexualidad, la adoración del falo, la consolación de la prostituta, el sentido natural de la fecundación están representados en peculiares lenguajes simbólicos que muchas veces inducía a erróneas lecturas por parte de los antropólogos que evitan interpretar y difundir ese significado de las imágenes.
Enrique Beggar "+turbarse+"
Masturbarse, Masturbarte. Una palabra que se repudia en su acepción. Paradójicamente, las señoras de bien charlan confortablemente sobre la infidelidad, el amante, pero no sobre la masturbación... La ortodoxia católica la describe: "Derramar la semilla inútilmente", o dirigir el placer sexual hacia uno mismo sin objetivo alguno de procrear. La cultura judeo-cristiana ha estigmatizado el acto natural de la masturbación convirtiéndolo en algo aborrecible y pecaminoso. Mantienen que hay que dirigir la energía sexual al cerebro en vez de tirarla en actos sexuales. A través de los siglos, han disciplinado la mente de la población creando un rechazo inconsciente transmitido en la cultura con mitos y tabúes que alientan la ignorancia, la virginidad y la castidad como valores, prohibiendo los impulsos sexuales. La madre ha representado, especialmente, un papel castrante en el desarrollo de la sexualidad de la niña, no tanto del niño ya que no logra reprimir el vigor del macho. Durante el desarrollo psicológico, el niño repudia ciertos aspectos de sí mismo temiendo llegar a ser desaprobado o abandonado por aquellos de quien directamente depende para sobrevivir. Así, me ha sido posible ver cómo una niña pequeña es golpeada por la madre cuando se manipulaba sus genitales inocentemente. Inculcando conceptos de suciedad y pecado suprimen en la joven el natural deseo de conocer y explorar sus sensaciones incidiendo fatalmente en su conducta sexual. La impotencia sexual femenina deriva muchas veces de limitaciones psicológicas que la cultura conservadora inserta en la mujer. Aprender a alcanzar un orgasmo en la mujer lleva emparejado la ardua tarea del autodescubrimiento, que con el rechazo a la masturbación se impide. Masturbación, orgasmo y equilibrio psicológico se encuentran relacionados como funciones de la energía sexual. Es suficientemente bien conocido que la inhibición moral provoca neurosis.
José Valderrama "Turbados"
No se trata de una apología de la masturbación, sino de ensalzar una estructura moral libre autorreguladora donde el Otro no suponga una entidad castradora de los impulsos y la naturaleza expresiva del cuerpo. Precisamente, una actividad solitaria como la masturbación convoca al Otro de manera imaginaria, el otro como proyección de uno. Se vive en una sociedad asediada por mensajes sexuales desde la televisión a la publicidad. Es sintomático cómo en una sociedad cada vez más individualizada aumenta la actividad de navegación voyeurística en Internet que es una actividad solitaria, pero donde la figura del otro es evocada por el sexo consigo mismo. La masturbación y el cibersexo ponen de relieve cómo el erotismo se entrelaza con la complejidad del ser humano. El término de perversión, que es el término psicológico para "pecado" queda relegado a los estrechos manuales de patología. Cada uno tiene sus propias obsesiones y preferencias determinadas por su experiencia personal. Con la apertura de la sociedad se reconocen públicamente las formas diversas en las que el sujeto vive su experiencia sexual.
Sergio González "Poder supremo"
Carlos Arias "Tio cosa"
Trabajando los artistas sobre el tema de la masturbación, las obras muestran la variedad de componentes que actúan como resorte para la excitación sexual. Cada persona tiene su -preferencia erótica básica-. Esos patrones que dan forma a lo erótico aparecen en el salón entre figuras, conceptos y construcciones. Las instrucciones detalladas de una masturbación (Marco Ragás), la manipulación de los genitales (Enrique Beggar, Javier González) o el tratamiento de la imagen popular (Bayro, Almela, Mauricio Audirac, Claudia Romero) son operadas con concisión y efectividad plástico-conceptual. En este terreno es donde la figuración y lo obvio subrayan la calidad voluble de algunas de las piezas de varios artistas (Librado Jiménez, Teresa Colín, Chan, José Lezama, Pedro Blas, Ramón Alberto). La imagen especular (Elizabeth Castro, Elías Adam y Alberto Vizcarra) con los resultados y registros de la masturbación (Carlos Arias, Yara Almoina, Rocío Suárez, José Valderrama) contribuyen a las mejores aportaciones. La referencia visual como simbolización es muy recurrida (Sergio González, Teresa Álvarez, Adriana Martínez, Vladimir Chávez, Everardo Rivera, Mónica Bello) atribuyendo su eficacia a la plástica apoyada en la imaginación del espectador como hacen las obras de imaginación objetual, también de gran número de participantes (Gerardo Ramos, Jorge Álvarez, Héctor Ruiz, Lourdes Gil, Robert Smith, Francisco Guevara, Kena).
Adriana Martinez "Hagalo usted mismo no. 3"
El Salón Independiente rescata el arte erótico e impulsa la indagación estética contemporánea. La última muestra resulta una exposición de calidad, con ambición e interés, que recluida en lo clandestino tan sólo alcanza a los que tienen la fortuna de ser invitados. Hace falta mayor compromiso en los participantes que deciden unirse al evento para hacer de éste una muestra colectiva de influencia en la sociedad poblana y en el entorno artístico. La madurez y cohesión entre los artistas se ha conseguido, ahora hay que promover un trabajo de curaduría y museografía, como también opina César Gordillo en La Jornada de Oriente, para hacer de esta muestra un acontecimiento que trascienda incluso a lo nacional. La institución cultural del gobierno está dispuesta, ¿Lo están los artistas?
Yara Almoina "Registro de ritmo cardiaco durante autoestimulación erótica"