Es necesario acordar qué es el arte para fundamentar su apreciación y la crítica del mismo, posibilitando el juicio de la calidad del mismo. Existen desacuerdos y disconformidad acerca de la naturaleza del arte; es decir, discrepancias sobre las propiedades necesarias y suficientes que constituyen al objeto que recibe la denominación de arte.  La definición del arte experimenta variaciones substanciales según el concepto de arte, que se modifica con las expresiones modernas

La Razón, el razonamiento, es sobre lo que el hombre ha insistido como ser humano frente a la existencia animal. Pero, a lo largo de los siglos se han perfilado diferentes aproximaciones a la Razón. Antes del siglo XVIII la Razón era racionalista, preñada de contenidos previos, ideas innatas que poseían en sí las líneas esenciales de toda la realidad. A partir de la Modernidad, se enarbola el estandarte de la Razón Ilustrada. Frente a aquella razón sistemática, que se abocaba a lo teológico, la razón ilustrada se entiende como la capacidad de analizar lo empírico, emancipándose de la divinidad centrándose en la naturaleza humana y su capacidad de progreso. Esta razón ilustrada promoverá el método científico dominando la naturaleza y transformando la sociedad humana.

La razón ilustrada propugnaba una actuación en la expresión artística que impulsaba una estética materialista, una actitud plástica, conceptos de Belleza que permearían en el nuevo sistema de las Bellas Artes. A continuación de ese periodo de la Ilustración se llegaría al Romanticismo donde la razón se une al sentimiento,  que alimentaría el camino a la estética de vanguardia del siglo XX. El advenimiento del movimiento del arte conceptual implantaría una estética del significado sustentada en una razón instrumentalizada, una razón teórica: una opción estrictamente intelectualista que eliminaba esa óptica de estética plástica y se volcaba sobre una obra artística enfocada como ensayos o trabajos de investigación realizados desde un sustrato de escasa preocupación iconográfico-visual.

En el arte actual se ha exaltado la razón teórica desdeñando la razón visual: cualquier cosa podía llegar a ser una obra de arte en tanto que estuviera justificada. Se ahondó en  la tensión entre la razón y la plástica. Es precisa una aproximación, como desentraña epistemológicamente Juan Martínez Moro en su reciente libro “Crítica de la Razón Plástica”, con la que proponer una síntesis entre método y materia bajo el concepto de Razón Plástica englobando ambos intereses, los de la Razón y los de la Plástica.

La razón, además de comportarse como esencial eje diferenciador en la aproximación artística, es eje de distinción entre el animal y el hombre, al menos aparentemente: es la característica primordial que separa al “homo sapiens” del resto de la especie animal. La razón permite el dominio del ser humano sobre la naturaleza, pero basta con observar los acontecimientos en la colectividad humana para dudar a veces que el hombre posea el uso de la razón, aunque suele adscribírsele cuando alcanza los 7 años… “cuando ya tiene uso de razón”.

El arte, desde varias disciplinas, se ha volcado en el mundo animal suscitando historias que revisten la existencia humana con formas, metáforas y fábulas  revelando condiciones de la propia humanidad.  El pintor francés del siglo XVII, Le Brun, comparaba la fisonomía humana con la de  animal afirmando que expresaba las distintas cualidades y defectos del ser humano. La antropormofización de los animales liderada por las imágenes del arte impulsó el panorama de los comentarios sarcásticos gráficos, y la fantasía en las películas de animación hasta la actualidad. Sin embargo, la mirada al mundo animal no ha estado reservada al mundo de las caricaturas: el arte de actitud conceptual se ha recreado en la narración del reino animal, depredadores y víctimas, que desvelan semejanzas con las historias humanas.

“Historias de A.” es una muestra seleccionada por Michel Blancsubé a partir de la colección Jumex, que se expone en el Museo Amparo de Puebla hasta el 26 de Septiembre. Una exposición orientada a imbuir al espectador en propuestas visuales sin referencias inmediatas al artista que condicione su interpretación; es decir, las piezas aparecen sin cédula, lo que permite una interacción significativa que busca respuestas no premeditadas en el visitante. Tan sólo en una hoja impresa se identifica al autor con las referencias desde un plano de localización.

escuchando, dejándote conmover. El inicio museográfico con el recorrido en video por una zona alpina donde la naturaleza aparece al borde de ser prohibida te comunica una amplitud que se recoge después en una obra donde un campo de ladrillos de barro desintegrándose se extiende hacia la imagen de una pantalla que con un esplendor abstracto remite a la tensión vital que se convierte luego, más adelante, en ansiedad con la proyección de un corto animado en la obra donde lobo y venado se entrelazan consumiéndose en la voracidad del renacer desde el otro. A

En esta dicotomía entre la razón y la plástica, la obra de Michael López Murillo aparece relevante por su base fuertemente arraigada en la razón teórica. En varias propuestas anteriores ha indagado cómo el artista se inserta en ese ámbito que el arte institucionaliza con una visión empresarial donde todo se conjuga para que el artista obtenga fama sujetándose a las estrategias de los circuitos comerciales.

En sus proyectos prevalece una estructura de concepto, sostenido en sólidas ideas, que intenta verter  en la realización de su obra no sujeta a una determinada disciplina artística, y en donde la apropiación e intervención son estrategias básicas con las que demanda una colaboración receptiva

En su obra reciente con la serie “Basic Collection”, que se muestra en Museo San Pedro desde el viernes 2 al 25 de septiembre,  Michael logra ensamblar en sus piezas la razón y la fuerza plástica a través de piezas que apuntan hacia el mantra de la sociedad capitalista: consumir y ganar más. Resulta indicativo de la situación actual del consumo que entre los ejecutivos mejor remunerados de la iniciativa privada se encuentran los relacionados con el consumo masivo, que busca ahondar la tendencia contemporánea de adquirir bienes materiales como modo de identidad, la cual se convierte en una forma de trabajo y obligación degradando al ser humano al subyugarlo a las imposiciones del mercado capitalista.

La actitud crítica de la producción artística actual señala con ironía la sujeción del ser humano al consumismo voraz alimentado por el ansia empresarial de incrementar beneficios. Michael López aborda crudamente el consumo desde cuatro filtros: el valor del estereotipo

En los albores de una nueva sociedad, el reclamo de artistas como Michael López que tratan de articular las experiencias del individuo, su conciencia social y su integración en un todo vital coherente y ético resulta primordial frente a tanto arte ensimismado en una estética estéril.

En esa línea de cuestionamiento y conciencia social, la obra de José Valderrama emerge con la fuerza  de una reflexión plástica madura. José es un artista, con maestría en artes plásticas, que se ha involucrado consistentemente en la creación pictórica con 11 exposiciones individuales en otras ciudades, y participa sutilmente en el panorama expositivo de Puebla hasta ésta, su primera muestra individual en la ciudad, en la Galería de la Biblioteca de la U. Iberoamericana. Dos series

La instalación “Sismo” enmarca la entrada a la exposición con un amplio conjunto extendido en el suelo con tabiques estrictamente ordenados, atravesados por una fractura en el plano evocando la realidad producida en esas convulsiones radicales que conmueven la sociedad;  sacudidas que afectan la política y la cultura resquebrajando los entresijos de la colectividad dejando visibles  las estructuras de desigualdad e injusticia. Estas ideas apuntan el esquema que prevalece en el

La pintura de José Valderrama se configura desde el valor visual de la materia del óleo agregado a sutiles composiciones ortogonales. Éste es el destaque sobresaliente en sus piezas: la pincelada como registro de la agitación de la mancha vertida sobre la madera en áreas claramente delimitadas donde el ángulo de 90° y el plano establecen la gramática básica sobre la que aparecen los elementos narrativos. Su introspección se despliega en la interacción tensional entre espacio y