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El proyecto sillas nace a partir de una serie de eventos, encuentros, y relaciones que acontecieron alrededor de nosotras tres (Mary, Laura y Sandra). Comenzó con el encuentro casual de una silla, ésta la encontró Sandra Ultreras, la cual utilizó para una práctica artística. Posteriormente, Laura Medina al tener necesidad de una silla, se apropió de la silla de Sandra quedando en deuda con ella. Tiempo después, Laura encontró una segunda silla, la cual utilizó para reponer la silla que había tomado. Finalmente Marycarmen Arroyo encontró la tercera silla, la cual fue la razón por la que las tres decidimos elaborar este proyecto.
Cuestionándonos qué hacer con nuestras sillas, caímos en cuenta de la proximidad del Encuentro Estatal de Arte Contemporáneo en Puebla 2005. Fue entonces que decidimos participar con nuestras sillas como obra procesal. El reglamento del encuentro estipulaba que cada participante debía participar con dos piezas por categoría. Las categorías eran Tridimensional, Bidimensional y Video. Para poder participar las tres como proyecto en conjunto y al mismo tiempo de manera individual, ideamos la siguiente estrategia: cada una se registraría con una propuesta individual y además con su correspondiente silla. Así cumpliríamos el requisito del número de piezas para participar que imponía el encuentro, a la vez que hacíamos presente a CM. Así que enlazamos las “sillas” de cada una de nosotras, de tal manera que funcionaran en correlación. Debido a que el Encuentro Estatal solicita un texto que justifique obras conceptuales, utilizamos este nicho de posibilidad para elaborar tres textos en conjunto que encadenaran nuestro proyecto. En éstos narramos las historias que envolvieron a cada una de las sillas. Cada texto tenía principio y fin, pero se relacionaban de manera estrecha con los otros dos textos, así pues al juntar los tres escritos se formaba uno solo. A continuación se muestran las tres historias:
30 de marzo. 22:15 hrs. 3 sur entre 15 y 13 poniente. Puebla, Pue.
“La obra se presenta ahora más bien como una “duración” que debe ser vivida…”
Nicolas Bourriaud, Estética Relacional
Para la siguiente propuesta artística presento una obra tridimensional en el sentido más amplio de la palabra, pues consta de las tres dimensiones físicas para que lo sea. Pero que a su vez, ha logrado intersectar tres dimensiones de distinta índole: contexto, relaciones y experiencias. Es una silla de madera muy desgastada y sucia. La intención es colocarla en algún sitio del espacio galerístico con su respectiva ficha técnica.
La silla o al menos su historia, inicia el 30 de marzo de éste año, ya era noche y se sentía un poco de hambre, las tres caminábamos en las calles del centro de Puebla. De repente, a mi vista apareció una silla vieja y manchada, casi eran las diez con veinte minutos y, supongo que la silla estaba ahí esperando al camión de basura. Creo que fue la ocasión y la poca luz que le tocaba, lo que me incitaba a apropiármela. La silla me resultaba buena materia para resignificarla, hacer de ella una creación artística, entonces, no dudé en tomarla. Laus y Marucha no veían la razón por lo cual yo hiciera eso, y era un hecho que sus miradas transmitían asombro, y hasta cierto rechazo a lo que estaba a punto de hacer. Sin embargo, en mi mente ese encuentro con la silla, rodeada de bolsas negras de basura y unos cuantos palos más, no me resultaba para nada fortuito.
No sabría explicarlo con precisión, pero fue uno de esos momentos en los que sabes que la intuición no falla. Seguimos caminando, yo con mi silla y ellas sin una, hacia la casa de Laus en donde nos quedaríamos la noche. Al siguiente día, me fue difícil llevarme la silla a mi casa, así que opté por dejarla en casa de Laus e ir por ella otro día. Mientras tanto, Laus se apropiaba de mi silla, al menos lo deseaba. Usé mi silla para una pieza y un día, cuando Laus tuvo que exponer, me la pidió prestada, yo no pensé que la transformaría, o pintaría, sin embargo lo hizo y a partir de ese momento, di por perdida mi silla. Según yo, ya no tenía el mismo valor, así que me resultaba lo mismo que Laus me repusiera mi silla con cualquier otra. Lo casual puede que sea lo causal o viceversa, pero de que es importante mirar a ello, lo es. La obra se torna pues, una vivencia.
18 de agosto. 22:37 hrs. 13 poniente entre 5 y 3 sur. Puebla, Pue.
79 x 36 x 34 cms. “Efecto mariposa”, 2005
Descripción
Del objeto
El proyecto consta de colocar una silla en algún lugar de la galería. Tendrá una ficha técnica especial. (La cual se muestra al inicio de esta página)
Del hecho
En la noche del 18 de agosto finalmente pagaría mi deuda. Marycarmen y yo caminábamos rumbo a mi casa cuando encontré la silla café que repondría a Sandra por haberme apropiado de su silla café que volví amarilla. En la noche del 18 de agosto oficialmente mi silla era mía.
Fue en marzo cuando las tres, nos dirigíamos a mi casa y Sandra encontró a mi silla. Esa noche la pasamos juntas, y al día siguiente ellas se marcharon, pero Sandra me dejó encargada a mi silla. No entendía yo, en un inicio, por qué ella tomó de la basura algo que no necesitaba, pero al tenerla en mi casa me di cuenta de su valor, lamentaba no haber sido yo quien corrió a tomarla.
En abril fue mi exposición en casa de Sandra, yo casualmente necesité una silla y para mi fortuna estaba ya allí mi silla, entonces café, entonces de Sandra. Me la apropié y la intervine cambiando el café por amarillo y haciendo de esa silla parte de mi instalación.
Sandra me lo dejó bien claro, entrégame una silla y te entregare tu silla. Así en la noche del 18 de agosto finalmente pagaría mi deuda.
Mi silla de “Debrayes trasdimensionales”. Laura Medina Camelo
Del concepto
“ El arte es el lugar de producción de una sociabilidad específica: queda por ver cual es el estatuto de este espacio en el conjunto de “estados de encuentro” propuestos por la ciudad.”
Nicolas Bourriaud, Estética Relacional
Los hechos alrededor de los objetos son los que le dan el valor verdadero a éstos, no un valor monetario ni un valor estético; sino aquél valor que únicamente el ser humano es capaz de concebir en base a lo más profundo.
4 de Octubre. 22:20 hrs. 5 de mayo entre 8 y 6 oriente. Sn. Andrés Cholula, Pue.
Hay objetos en el mundo que para algunas personas pueden parecer “estéticos” y para otras, podrían ser un objeto más. Hay quienes opinan que un objeto práctico, como lo es una silla, puede poseer cualidades estéticas, incluso, tal vez más si éste objeto fue encontrado en una noche de caminata, rodeado por bolsas de basura. Debo ser sincera, yo no sería una de esas personas. Sin embargo, no presento ahora ésta silla como símbolo estético por sí mismo, sino como símbolo de la importancia de las relaciones humanas.
El día 4 de octubre a las 22:20 hrs. del presente año caminaba hacia mi casa en San Andrés Cholula. De repente, encontré junto a unas bolsas de basura una silla blanca elaborada de madera. Este encuentro provocó traer de mi memoria dos historias similares. La primera, cuando me encontraba con mis amigas, Sandra Ultreras y Laura Medina, caminando por Puebla. Sandra se encontró una silla de la misma manera en la que ahora yo me encontraba esta silla blanca. En aquella ocasión Sandra sí fue una de esas personas que descubrió cualidades estéticas en un objeto cotidiano para luego resignificarlo, lo que la llevó a apropiarse de la silla. La segunda historia comenzó cuando Laura le pidió a Sandra esa silla para utilizarla en una obra, sin embargo, cuando la silla ya no regresó a sus manos, condicionó a Laura a reponérsela con otra. Lo interesante fue cuando una noche Laura y yo caminabamos por Puebla, otra vez, y casualmente encontramos una silla en las mismas condiciones que la primera. Esto era una gran coincidencia. Aquella noche en San Andrés tomé la silla porque ese objeto representaba para mí un elemento más en la cadena de encuentros que abarcan esta historia.
La elaboración de sentido de situaciones o de objetos no puede ser dado por un sujeto y su subjetividad, se forma por la conexión de intersubjetividades de varios sujetos. Estas relaciones cotidianas de encuentro, casualidad y causalidad poseen la fuerza necesaria para dar valor estético a un objeto cotidiano.
“ …forma de arte donde la intersubjetividad forma el sustrato y que toma por tema central el estar-juntos, el “encuentro”entre espectador y obra, la elaboración colectiva del sentido.”
Nicolas Bourriaud, Estética Relacional
Con los textos anteriores pretendíamos crear una dinámica de juego de reglas en las que de cierta manera respetábamos el reglamento impuesto por el Encuentro, y a su vez lo doblegábamos a nuestros intereses. Haciendo así del proyecto “Sillas” una estrategia efectiva de la intención de CM de generar antiambientes con el objetivo de evidenciar el reglamento impuesto por las instituciones artísticas que en muchas ocasiones rechazan trabajo artístico por no cumplir con las reglas para participar en este tipo de eventos, quedando fuera de la posibilidad de ser legitimizados como arte por dichas instituciones.
El arte que proponemos es un arte de relaciones, un arte de encuentros y de experiencias, donde el objeto no consta de otro valor más que aquel que se da por las relaciones que acontecen en su entorno.
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