Me explico. El arte, la cultura, el gusto, la estética, el consumo, la educación y las manifestaciones artísticas son cambiantes permanentemente y, muchas de esas veces por determinantes que están fuera de nuestro control. Por ejemplo los gustos, las modas y el consumo del arte están ampliamente definidos por los emporios de la economía global que dicta tendencias y manipula la singularidad del ser.

La cultura, en aquella gran acepción de que lo es todo, va por delante de cualquier gusto y manifestación artística, y el orden que guarda la estética romana con la del siglo XVIII y ahora con la del siglo XXI obedece a una operación matemática, el instante que recorre el tiempo hasta llegar al límite, y así “ad infinitum” de su propio lugar y dimensión.

Cuando la cultura y algunas manifestaciones que están en ella cambian rápidamente como los modismos del idioma, los códigos urbanos, los moldes a seguir, los símbolos y los valores, no hay espacio ni tiempo al que el artista emergente se sienta identificado, acaso una impresión influyente. En ese momento el mismo creador puede dudar de lo que está haciendo conceptualmente, ya que los criterios fundamentales se deslizan por estructuras alejadas a su idiosincrasia.

El artista emergente se arropa cada vez más ignorante a su nicho, sus referentes cibernéticos lo llevan a la deconstrucción virtual para amoldarse a la copia, alguna con 40 años de retraso, el público cautivo del arte actual se paraliza descalificando en un shock las “nuevas propuestas” sin futurismo, ni alternativa.

Las tendencias de arte digital, cibernético y virtual requieren de nuevas formas de interpretación, decodificación y apropiación. El arte actual incluido el performance (improvisación) y el arte acción (conceptual) se acoplan a los ritmos que sus herramientas proporcionan, todos ellos se mantienen como obras abiertas (Umberto Eco) y al no sujetarse al espacio/tiempo, ni a la realidad, sus interacciones apelan al registro sensorial del espectador y a su bagaje.

Hasta finales de los años Noventa del siglo pasado -según el libro Arte Digital de Adriana Zapett- no se había podido determinar la distancia para marcar las características de las técnicas y estéticas en la era digital. Y agrega que los creadores de arte digital programan sus obras desde el concepto simbólico, esto es, estética conceptual, de la técnica al proceso.

Captamos la realidad –dice la investigadora en su texto- a través de la idea que nos hemos construido de ella, mientras lo virtual pertenece a la abstracción de la abstracción de lo real: otro camino hacia lo inefable. En la medida en que el pensamiento se torna más complejo, se aleja de los referentes y pasa al nivel de las paradojas.

En el libro más reciente de Ricardo Peter "Una visión humana de lo humano", el autor menciona que la interpretación no surge necesariamente desde un pensamiento razonable, lógico,

justificado, sino desde nuestra concreta y personal biografía, desdenuestros supuestos ideológicos y culturales.

Por todo ello es creíble decir que el arte puede ser inculto. Que el arte puede permanecer aislado, secuestrado por la propia ignorancia del creador. Si el músico de vanguardia ha podido trascender con ruidos (no peyorativo) supliendo acordes, es porque el escucha se ha adecuado de manera contingente al sonido de las ciudades industrializadas.

No sólo hemos de soportar las intrigas y las mentiras del gobierno en lo referente a la seguridad (¿No que no había delincuencia organizada?), a la transparencia, los avances en materia de lucha contra la pobreza o las tácticas de la política cultual sin rumbo. También juegan con la información en materia de educación, la cual en Puebla es más que deficiente.

El secretario de Educación Pública (SEP) del Estado Darío Carmona García declaró sentirse muy satisfecho de los logros que

sitúan a Puebla en el lugar 18 en el ámbito nacional, sitio donde nos colocó el resultado de la más reciente prueba Enlace, en la que se examinan estudiantes de los niveles básicos, de escuelas públicas y privadas.

El secretario, seguramente condecorado con maestrías y doctorados, recordó que la prueba Enlace se realizó a 800 mil alumnos en el Estado y que Puebla se ubicó en el lugar 20 de 32 en el área de Español y 24 en el de matemáticas.

Las perlas de la virgen se encontraron cuando el Secretario tuvo que aceptar que en los puntos globales de la evaluación, que se hace con características de insuficiente, elemental, bueno y excelente, las escuelas de educación básica, el 51% calificó como insuficiente en Ciencias Naturales. Sólo alcanzaron el 25% el grado de elemental en la materia de Español (redacción, ortografía, comprensión de la lectura); y el 24% bueno, según datos ofrecidos por la misma Secretaría. En definitiva, es un gran avance si consideramos que el año pasado estábamos en el lugar 24 de 32, señor Secretario, pero con 200 mil niños menos examinados en 2007.

A esto se suma el jolgorio de los trailers vacíos que repartirían los millones de libros de la SEP, los pésimos resultados de los exámenes de oposición de los profesores poblanos, la venta de plazas, la falta de actualización en profesores y el escándalo registrado en el ámbito nacional donde se da cuenta que en Puebla se distribuyó la prueba Enlace un día antes. ¡Carajo! ¡Y así se hacen esas declaraciones de triunfo! No más falta que lo llamen a los Pinos para felicitarlo por las tres medallas olímpicas.

Se paran la nalga estos funcionarios del cambio para caer estrepitosamente en las mentiras y en la cantinfleada, Secretarios de la “policía china“, que no pasarían pruebas ni de palitos y bolitas. Políticos chapulines (que brincan de puesto en puesto) sin especialización ni profesionalización. Fraudes en comunicaciones y transportes, en salud, en obra pública, apoyos mediáticos para los que menos tienen, compras millonarias de premios nacionales e internacionales.

Una sociedad con estas deficiencias en educación, en propuestas artísticas y en difusión de su cultura está determinada a vivir en la mediocridad. ¿Acaso también debemos organizar una marcha contra los Secretarios de Cultura, Educación o desarrollo social? ¿Acaso la jugada del Estado es seguir manteniendo ignorantes y callados ciudadanos formados de a pechito? ¿No es más caro eso?

La memoria histórica tiene con el paso del tiempo una responsabilidad cada vez mayor. Comenzó revisitando el pasado, reconstruyéndolo, reformándolo y tal vez hasta reinventándolo. La construcción de nuevos enigmas y anhelos revueltos con los del pasado y los inmediatos en tiempo.

La memoria histórica ha renovado, también, su intervención y se ha colocado en el centro de las discusiones de la oralidad, el metalenguaje y textualidad. Ha recapitulado con mayor sistema los tejidos de las lenguas originales, los mitos y las leyendas, los pases al paraíso de la inventiva y comunicación no verbal. En la memoria se aprendió a decodificar símbolos y gestos. Lluvias y eclipses.

El interesado en la memoria de su civilización se detiene a acomodar las piezas que van quedado tras la destrucción permanente de nuestras convicciones y el reacomodo de las biografías a nuevos destinos. Las historias nos permiten imaginar un pasado y de allí un futuro, las historias son el árbol genealógico de las ideas, de nuestras razones.

Y por ello, cada vez que se retoma la historia, se enriquece con el quehacer intelectual del observador-narrador. Somos el continente de los sueños de otros, de esperanzas generacionales o de propuestas artísticas innovadoras, lenguajes nuevos y expresiones distintas. Somos historia de nuestras regiones, ambiciones y fantasías. Por ello siempre tomará relevancia cualquier iniciativa por recuperar espacios del tiempo ya desaparecido; impresos, convocatorias, talleres o conferencias.

¡Cuanta pasión podría caber en cada historia que enaltece y modifica un instante vivido incluso por otra persona! ¡Cuán reformada ha llegado la historia cultural de este país por la memoria de otros, unos triunfadores otros espectadores!. Unos extranjeros, otros originarios ¿En cuántas historias está nuestra memoria antigua, nuestro punto de partida? ¡Cuánta mentira puede caber en un fragmento de realidad futura, cuánta desinformación justificada, cuánta apreciación estética fundada! La historia siempre será historia, o sea pasado, pero también memoria que construye el presente e imagina un futuro.

Toda esta disertación pacheca es para responder a los correos electrónicos que quieren saber qué ha pasado con la convocatoria que lanzara el IMAC para conformar el libro "Memorias de Puebla". Y la Verdadera Verdá es que esta semana deben estar listos los resultados. Tres ganadores y los seleccionados para incluirse en el libro, además de otro grupo distinto para integrar otra edición, y programas de radio y entrevistas. Según pasó y sin exagerar, el IMAC se comprometió además a tallerear algunos textos que podrían estar incluidos y que necesitan una revisión más escrupulosa.

Esté pendiente esta acción de gobierno que nos mantiene en el recuerdo de lo que somos y en la fantasía de lo que seremos.