Plataforma 2006, ha sido un parte-aguas en varios sentidos para la Puebla tradicional y su espectador pasivo. Las nuevas tecnologías y las no tanto han demostrado que pueden congregar a miles de visitantes a sus salas, aunque salen más confundidos que satisfechos. Afortunadamente, el arte también es así, transgresor, enigmático y detonante como agente político y social.

La facultad de las personas para crear con habilidad, imitar o expresar lo material o inmaterial con fines estéticos, valiéndose de la materia, sonido, imagen, gesto o lenguaje, es la definición más sencilla de arte y es la de la Real Academia de la lengua.

Otro tipo de definiciones más complejas dicen que el arte es un medio de expresión que logra despertar emociones de alegría, tristeza, desesperación, valor o abatimiento. Puede gustar o no y entrar en los límites del buen gusto o de lo grotesco (¿Qué es el arte? León Tolstoi. Ed. Edivisión, 1999). En el arte de estudiar el arte (Inba-Sep, 1987), de Enrique F. Gual, menciona que el arte es una construcción creativa alejada de la belleza tradicional y que está hecha en base al esfuerzo y la originalidad.

La incredulidad y la teoría

No es entonces una casualidad que los asistentes a exposiciones actuales salgan con cara de "what?" y los calzones en el piso, como ha pasado en Plataforma, preguntándose si esas "porquerías son arte". No podemos olvidar tampoco que el arte requiere de cierta decodificación y, sobre todo, de la aplicación de los códigos de la memoria y de la sensibilidad personal, en ello radica lo elitista del arte.

La codificación es la integración sistemática y convencional de signos. El ser humano transforma sus sensaciones en experiencia, las integra en estímulos percibidos en experiencias pasadas y reúne en su mente el conjunto. (Imagen y palabra, Ma. Eugenia Guerra. Uap. 1987).

Por otro lado dice Harold Osborne (Estética, Fondo de Cultura Económica, 1976) que el arte es lo que está hecho por el hombre y únicamente con interés estético, desligado del producto final que tiene normalmente un fin utilitario.

Es así que en las instalaciones e intervenciones montadas en La Constancia o en la muestra "Regeneraciones, plataformas y espacios utópicos" en San Pedro Museo de Arte, el público se colapse al encontrar obras fuera de su alcance conceptual y cercanas al chacoteo, el desmadre y la payasada, según palabras que yo mismo escuché en estas muestras.

La incredulidad, y la incapacidad de darnos permiso para reinventar los códigos, están restando importancia a las nuevas formas de expresión artística, lo que hará de ello movimientos sin el aval social como ha pasado con el graffiti. Lo importante aquí es que el evento que continúa hasta el 28 de enero ha traído estas inquietudes y propuestas, y que nuevas formas y valores se ven en Puebla como nunca antes. Lo demás es lo de menos.

Tampoco hay que olvidar que los creadores en Puebla ya hemos construido estas realidades desde hace unos 10 años, ahora "emergentes", antes tachadas de pachequeses o sin sentidos fuera de tiempo. Lo importante hoy es que se ofrecen cientos de trabajos en el mismo contexto.

El ejercicio comunitario

Del arte se ha dicho todo y nada, y no se ha llegado a definir convincentemente; Acaso no lo necesita. Lo grave está en la validación, ya que yo mismo, entrevistando a observadores en las Galerías del Palacio con el "Museo peatonal", en la Constancia, en San Pedro Museo y en el Museo Bello, los observadores en un 85 por ciento, no les dan validez como exhibiciones de arte.

Esto por definición, -lo sé- al artista más que inquietarlo lo adulará, todos lo que hemos creado conscientemente obra transgresora lo sabemos. Sin embargo, la validación social le da su momento histórico dentro de su propia comunidad.

Las propuestas del arte al parecer se estrechan cada vez más, y las posibilidades de una educación más amplia que lo conserven se agotan. Ernst Fisher dice: "en el mundo alienado en que vivimos la realidad social debe presentarse en forma llamativa, bajo una nueva luz, a través de la "alienación del tema" y de los personajes. La obra de arte debe penetrar en el público no mediante la identificación pasiva sino mediante un llamamiento a la razón que exige, a la vez, acción y decisión".

Talleres de iniciación

Si usted quiere que sus hijos entre 9 y 19 años crezcan con información acerca del arte, puede inscribirlos en los talleres de iniciación: "El arte hoy", "El cine, aventura a través de la ventana" y "Sopa de letras" (6 a 14 años), en Metzcalli CuestiónArte, asociación civil (4 norte 1610 A. martes a viernes de 17 a 21 horas. 2 46 29 63)