La nostalgia de la mirada o el Fotoseptiembre en el olvido…

Joquín Ríos Martínez. (cuestionarte@hotmail.com)
Diplomado en Administración de las Artes, y en Gestión Cultural
http://achtli05.blogspot.com

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Advertencia
En orden a mantener la expresión de sorna de la charla desenfadada en la crítica callejera, el editor se abstiene de corregir el texto, quedando la disposición editorial, gramatical y sintaxis de plena responsabilidad del autor.
Dr. Ramón Almela
Por ningún lado he visto anunciadas en la ciudad de Puebla: conferencias, talleres o exposiciones que tengan que ver con el evento más importante para la fotografía de autor, y que es el Fotoseptiembre, Festival de la luz, en lo que sería su emisión 2006. Debo asumir que los gobiernos estatal y municipal, se han olvidado de qué este evento bianual, se ha consagrado en infinidad de países que responden a la convocatoria que hace México a galerías, museos, espacios alternativos y por supuesto a los artistas de la lente de todo el mundo.

Historia del evento

Creado en 1994, cuando Rafael Tovar y de Teresa asumió el cargo de presidente del Consejo para la cultura y las artes (CONACULTA), en poco tiempo este evento trascendió fronteras y expectativas. Este experimento bianual ha llegado a registrar más de mil exposiciones, tanto en la república mexicana como en el extranjero en un solo año, en un solo mes.

Fotoseptiembre nació a la par del importantísimo espacio de exhibición y aprendizaje llamado el Centro de la Imagen, en el Distrito Federal, dirigido por mi amiga Patricia Mendoza, hasta el año 2000, cuando llegó el nuevo sexenio y las nuevas políticas culturales inexistentes de Fox y la comadre Bermúdez.

Kino. "Conmigo" de la serie "Antiestética"

La fotografía mexicana tomó -como nunca antes en su historia- parte de la vanguardia mundial como expresión dentro del arte. Patricia Mendoza y el Centro de la Imagen pusieron el trabajo de cientos de fotógrafos mexicanos en el panorama de la catalogación internacional y de las colecciones privadas.

Puebla se integró el año 1998, con un par de exposiciones y para el año 2000, estábamos participando más de 10 galerías o espacios y varias decenas de fotógrafos. Hoy a excepción del Instituto de Artes Visuales, nadie mantiene esta tradición del arte de la fotografía.

Si acaso el Instituto Municipal de arte y cultura ha organizado para todo el mes, la expo homenaje a Nacho López, "Límite-Umbral-Gesto", maestro de generaciones en el fotoperiodismo y la foto de autor, pero que no está inscrita en dicho evento internacional. Tema de la siguiente columna.
Las imágenes en Puebla

En Puebla la tradición de la fotografía de autor viene desde el siglo XIX, con las extraordinarias imágenes, transgresoras en su época, de Juan Crisóstomo Bonilla. Después una decena de nombres fue conformando el ambiente fotográfico hasta nuestra modernidad, facilitando que los 20 años más recientes hayan sido presididos por la foto artística de maestros como Everardo Rivera, Ángela Arciniaga, González Carlos, Elizabeth Castro, Lilia Martínez. Loreto Morales, John O´Leary o un servidor.

A estos trabajos, que abrieron realmente la brecha del arte fotográfico y que exploraron las técnicas, los espacios alternativos, las calles, los museos y las galerías, hay que sumar obviamente los de la nueva generación, que no se conforman con los balcones y las iglesias, artistas surgidos de nuestros talleres o avecindados en los años recientes en Puebla.

La censura

Como anécdota, escribo que cuando llegué a vivir a Puebla, mi foto de desnudo era víctima de la censura impuesta por quienes creían que podían dictar lo que las personas deberían de ver o no. Así en 1988, se desmontaron una serie de fotografías de la Casa de cultura, de desnudo tomadas aquí en Puebla, en la Catedral y en el Panteón Municipal. En ese entonces solo se concentraba el trabajo creativo en casa de cultura y en el recientemente rehabilitado e inaugurado Instituto Cultural Poblano (ex penitenciaria de San Javier), y en espacios privados como Passport Image, Galería Alberto Guerra, Galería la Abeja Poblana, el Instituto Mexicano cubano de relaciones culturales, entre otros.

La intolerancia y la censura a varias manifestaciones como la pintura, el teatro o la fotografía, provocó que buscáramos e inauguráramos nuevos espacios de expresión que nada tenían que ver con la elite poblana. Bares, cafés, casas particulares y callejones fueron foros alternativos, con nuevos promotores y futuros galeristas.

El difícil recorrido

A la fotografía, es un hecho, le ha costado sangre, sudor y lágrimas posicionarse entre un público y una crítica que no deja de ver a la fotografía, solo como un testimonio histórico de su acontecer, a 160 años de inventada, la crítica no se pone de acuerdo y con ello la falta generalizada de una convalidación estética y formal, que la haga valerse por si misma.

Sin embargo hay un espectador que vio en la imagen más que la realidad, encontró en la fotografía de creación una posibilidad de viajar a mundos fantásticos, y conformar su acontecer con nuevas posibilidades virtuales.

La fotografía, como un destello en la oscuridad, ha ofrecido la posibilidad a quienes dominan la técnica y a la máquina, de expresarse creando atmósferas y situaciones, como un mago con su barita mágica.

Publicado el 5 de Septiembre de 2006