Imposturas de la pintura "Preciosa"

Ramón Almela. Doctor en Artes Visuales
Carlos Arias. "Arbusto" Oleo sobre lienzo. 2005
En el mercado del arte, las tendencias y las disciplinas son alentadas por astutos publicistas en función de intereses y de la coyuntura. Charles Saatchi, desde su agencia y con las adquisiciones intempestivas y agresivas manipula el mundo del arte con los tres elementos de la publicidad: novedad, inmediatez e impacto; Ha sabido hacerlo por más de veinte años marcando inclinaciones del mercado que sostuvieron la fotografía, el video y la instalación, y que ahora él mismo desecha y proclama el "Triunfo de la pintura" sin más sustento que el de crear una reacción que le beneficie económicamente con una serie de tres exposiciones en la Galería Saatchi que revisa pintores jóvenes europeos con discursos endebles apenas conocidos. Su decisión ha influido sobre las ferias, bienales y galerías en las que todos exponen pintura sobre bastidor. Mientras, el Arte, impulsado por los "artistas válidos", remonta paradigmas y dirigen la actuación personal, su pensamiento y la obra hacia terrenos de participación y disolución de la imagen en los sistemas actuales de producción visual y desplazamiento de sentido.
Mario Marín recibiendo la constancia de ganador de las elecciones a gobernador del Estado de Puebla el 21 de Noviembre de 2004
El arte y los artistas en Puebla se polarizan ante la inconformidad generalizada en Puebla por los actos del gobierno y su palpable desatención de la expresión artística contemporánea. La irritación sobreviene desde las multas por dibujar un tache rojo en las placas del propio automóvil en protesta por el reemplacamiento, hasta las mentiras del Gobernador Mario Marín en el caso de las grabaciones del "Lydiagate". El derecho del ciudadano poblano es violentado, las garantías individuales quebrantadas y el derecho a la libre opinión amedrentada y coaccionada.
En medio de esta situación, el arte pictórico resurge entre el fervor emocional plástico y el espíritu reductivista modernista ensimismado y ajeno a la preocupación social. Se detecta cierto retorno a expresiones culturales modernistas encadenadas a la tradición desde el impresionismo, la abstracción expresionista, informalismo y arte pop. Pero esta vez, decantadas, desprovistas de su espíritu rebelde y utópico. Es la recreación descaracterizada, revestida por una construcción superficial. En concreto, se observa recientemente con la recuperada pincelada silvestre de Carlos Arias o la mera acción aleatoria instintiva en los "sugerentes" esmaltes de José Lazcarro. La forma se devanea entre sus contornos y figuraciones aunque carentes de compromiso y riesgo, ausente de desafíos y retos.
José Lazcarro. Esmalte. 2005
Alma Navarro "Marín polifacético"
El caso del abuso de poder del gobierno de Puebla ha expuesto en la vida pública lo habitual que es asumir en el juego político una carga de engaño, lo cual se acepta como principio fatal y necesario del poder. Siguiendo las ideas del ensayo "De la mentira" de Carmen González hay que afirmar que, en política, cuando un sujeto engaña a una colectividad, es cierta agrupación la que está engañando a otra. La mentira precisa de una cierto nivel de complicidad para darse como tal mentira. Y las víctimas del engaño público creen que ese tipo de mentira no afecta en realidad a sus vidas, terminándose por construir una trama de intereses que no facilita la distinción de quien es el mentiroso y quien la víctima llevando a que los receptores de las mentiras en la vida pública se conviertan en cómplices. El gobernador ejerce presión para alinear a sus acólitos y defenderse en su postura de engaño cuando la sociedad reclama, como la marcha civil del 26 de Febrero evidenció, que se esclarezcan esos temas solicitando se aparte del cargo. Se origina una fragmentación y polarización evidentes ante la parsimonia de la PGR, la Cámara de Diputados y el
Congreso de Puebla.


El artista, como un miembro más de la colectividad, no debería desentenderse cuando la línea entre la veracidad y la mentira se desvanece y es afectado por ese peculiar tipo de poder que es la mentira. Si no lo hace y se pliega a la manipulación, se convierte en un cómplice más.

Marcha ciudadana por el estado de derecho en Puebla el 26 de Febrero, 2006 (Fotografía de López Lomeli)
¿Qué papel asume el artista y su obra en la polarización actual de la opinión pública de Puebla? ¿Cómo utiliza su responsabilidad comunicativa por generar una concientización sobre las problemáticas de su entorno social? El arte en Puebla se encuentra en una disyuntiva. Mientras unos artistas elevan su voz o manifiestan sus ideas desde la obra, otros artistas se alinean hipócrita y cínicamente defendiendo su situación privilegiada. Muchos otros artistas simplemente se encierran, se desentienden, imbuyéndose en la tarea de desglosar sus códigos discursivos ahondando en la dicción, pero alejándose de la significación.

La tendencia prevaleciente en el artista poblano arropado en la cultura de consumo es el desentendimiento, cuando resulta ser un protagonista esencial en los proceso de visualización y de intercambio de sentido en la sociedad actual. Estos artistas se desentienden hábilmente de problemáticas, alejándose de la polarización ocasionada por todos los acontecimientos recientes
Marcha ciudadana por el estado de derecho en Puebla el 26 de Febrero, 2006. (Fotografía de López Lomeli)
de Puebla. Disocian "sanamente" o "comercialmente" la producción artística de la producción de sentido. Ciudadanos inmóviles, irritados seguramente ante las mentiras, la corrupción, la impunidad, y la inmoralidad pero que, sin embargo, adoptan en su trabajo (en el ejercicio de su producto comercial) una actitud de desentendimiento de la reflexión sobre la sociedad y su entorno. Se enfocan en un arte autotélico (sin un fin o propósito más allá de sí mismo) carente de referencialidad, autorreflexivo, ausente de resistencia y rebeldía; El arte como producto de consumo. Su práctica artística no indaga en modos perceptivos, sino que se instala con recursos acomodaticios, en dimensiones de problemáticas expresivas deudoras de planteamientos pictóricos ya superados, pero que se re-visitan como ciclo biológico necesario.
Carlos Arias. "Arbusto". Oleo sobre lienzo. 2005
En medio de este clima político poblano ¿Cómo se confronta la pintura como imagen en ese contexto actual? ¿Se han vuelto "preciosistas" imágenes que convocan los sentidos a una experiencia de la belleza? ¿Son imágenes que sólo se sostienen en la construcción icónica figurativo-abstracta? Con estos artistas, los conceptos de la obra se estancan o se encuentran en transición influenciados por la hegemonía y visualidad de la disciplina, y evolucionan re-cuestionando sus esquemas o afianzando los mismos. La forma es articulada desde la organización de la materia o el desenvolvimiento de la pincelada, con una prolongada elaboración, en unos casos, o una escasa manipulación en otros; El gesto determinando la figura, o el trazo componiendo el espacio. Parece ser también un giro o recuperación de la impronta directa, tangible, de la representación opuesta al mecanismo háptico de la representación virtual.
Carlos Arias. "Retrato con Arbusto". Oleo sobre lienzo. 2005
Dos artistas de renombre expusieron su obra reciente: Carlos Arias en el nuevo emplazamiento de "Entre Estudio & Galería" (Tehuacan Sur 113, Colonia La Paz, Puebla) y José Lazcarro con una breve muestra en Ex-Hacienda La Noria. Aunque de generaciones distantes y obra de calidad, encajan en la actitud descrita anteriormente y domina en su obra un planteamiento autotélico, distanciado de los acontecimientos sociales. Carlos Arias regresa sobre la pintura que abandonó cuando decidió explorar el bordado como medio expresivo en una actitud subversiva. Ahora, quizás cargado de matices psicológicos, inaprensibles todavía, pero que parecen revelarse en la figura de la madre incluida como eje de su presentación: La desobediencia al padre se enmarcó como rechazo al aspecto masculinizante de la pintura, que ahora retoma volviendo sobre sus inicios pictóricos dando al paisaje un tratamiento de naturaleza muerta. Aunque considero que eso es una tarea fatua: Todo género pictórico en su estricta esencia es pintura y se somete a los mismos condicionamientos de representación. Carlos emigra del intelectualismo a lo silvestre y retoma los procesos impresionistas, la abstracción de la forma, distancia e impresión virtual del espacio. Realiza una re-exploración de los límites de la pintura en los contornos de la figuración impulsando la impronta directa, las pinceladas y la densidad matérica como mecanismo de representación. Creo que es un trabajo gratuito y espontáneo que se sitúa en un proceso con el que reencuentra las bases estructurales de la pintura aprendidas en su etapa estudiantil y que habrá de consolidarse hacia futuros proyectos.
José Lazcarro es un artista ampliamente reconocido y difundido en Puebla con un distintivo estilo donde la geometría, la textura y el color dialogan en composiciones intuitivas. Se ha volcado en diversos medios como el mural, la cerámica y el grabado. Ahora realizó varias piezas en esmalte. En todos los medios escarba en sus dimensiones sorpresivas y atractivas prevaleciendo, aún en estas incursiones con el esmalte, la articulación de planos y efectos de interés plástico abstracto sin correspondencia con una elaboración teórica exigente que plantee reinsertar su obra como imagen significativa efectiva en el diálogo actual del arte. El complicado proceso de control del esmalte donde la cocción de alta temperatura de los pigmentos exige el tiempo exacto, y una anticipación de los colores resultantes, que serán diferentes al estado previo de los mismos, mediatiza el fluir creativo recurriendo a los esquemas estéticos previamente logrados. José Lazcarro
José Lazcarro. Esmalte año1976
continúa en estas obras -limitadas al reducido tamaño del horno eléctrico- el sistema sígnico construido a lo largo de estos más de treinta años de práctica artística en los que ha consolidado un característico informalismo de colores terrosos y atmósferas geométricas.
José Lazcarro. Esmalte. 2005
En medio de una revitalización de la pintura y el comercio creciente de la obra artística, el artista poblano se encuentra en la disyuntiva de hacer de su arte una demanda social y comunicativa, o plegarse sobre sí mismo y su dicción artística convirtiéndose en cómplice de las mentiras que la estructura política del gobierno trata de imponer.
Publicado el 19 de Marzo de 2006