Arael. Arte marginal y vital en el Estado de Puebla

Ramón Almela. Doctor en Artes Visuales

Arael. Oleo sobre lienzo
La actividad de la crítica del arte se sitúa ambiguamente entre la tensión producida por las crecientes inclinaciones culturales y la fuerza del mercado interesado en su difusión y beneficio. Los juicios de valor son enmascarados, plegándose el crítico ante la seducción de otros factores de interés donde los compromisos, su aceptación y su carrera se sobreponen a una reflexión auténtica cargada de objeciones y disputas que cuestionen la esencia de la armazón discursiva y cultural. Se quedan, como muchos artistas, en el disfrute y regodeo de la ejecución literaria biensonante y sugerente, o se explayan en alabanzas fatuas. Ya se ha rebasado el límite de la función de la crítica que, sin sensibilidad ni visión, se acomoda en valores ya asimilados para la obra de arte y no distingue lo que está pasando delante de sus narices.
El arte se escapa día a día de los espacios culturales, envolviéndose en los mecanismos de expresión más audaces o más comunes. Desde las manifestaciones populares, que en estos días se viven en México reivindicando el conteo "voto por voto", hasta las expresiones de intensidad imaginativa de artistas situados al margen de la aceptación social por su identidad "underground" o "dark", por la mentalidad desequilibrada de otros, o por el distanciamiento autodidacta por el que se apartan del circuito cultural.

Es apasionante observar las diversas formas que la protesta política adquiere en carteles, anuncios artesanales, instalaciones, disfraces...etc. Es un auténtico desfile de inspiración crítica con la sátira gráfica rebosante plasmada en configuraciones escultóricas, que podrían ajustarse a una propuesta de creatividad individual dentro del ámbito elitista del arte. Las fotografías de estas construcciones no revelan suficientemente la realidad de esas vivencias plásticas,
Arael. Oleo sobre lienzo
como la del "cochinero" en la reciente manifestación ciudadana en pleno Zócalo de México DF, donde unos cerdos sobre un trailer encerrados en una alambrada convivían entre figuras alusivas al IFE y al PAN proveyendo de manera efectiva y visual su mensaje. Situada esta pieza en un museo o galería de arte contemporáneo, adquiriría un estatus relevante en su propio sentido efímero y desde lo asqueroso y abyecto que perturba, ensamblándose con el concepto.
Acción artística popular en la III Asamblea informativa en el Zocalo 30 Julio 2006, convocada por Andrés Manuel Lopez Obrador
Acción artística popular en la III Asamblea informativa en el Zocalo 30 Julio 2006, convocada por Andrés Manuel Lopez Obrador
Las expresiones colectivas de mensajes contra la dominante y corrupta clase político-económica mexicana se extendieron sobre los muros de la Asociación de Bancos de México en la céntrica calle 16 de Septiembre de México DF. Una real instalación colectiva, vital y urbana, que incidía en la percepción de la gente que por allí circulaba. ¿No es una de las pretensiones del arte? ¿No responde todo esto a esta "necesidad" del arte en su misión señalada por Adorno de crear desorden, abrirnos a lo nuevo, a las ilimitadas posibilidades de creación de sentido. Es decir: A formar, reformar y transformar nuestro mundo. En este sentido, el "arte válido", el auténtico arte que no busca el mero entretenimiento, ni es una pura mercancía de consumo en el creciente mercado del ocio, es, según escribe Gerard Vilar, "una forma de permanente disenso y de creación de incertidumbre".
Instalación colectiva-popular en los muros de la Asociación de Bancos de México
en la calle 16 de Septiembre en México DF el día 30 de Julio de 2006
Sin ahondar más en todo este aspecto entre la ética y la estética actual, insisto en que la crítica de arte se instala, a menudo, en el espacio de la interpretación, respondiendo al mercado burgués del arte y vinculándose orgánicamente a su difusión. Y en Puebla, donde la dinámica artística late a pesar del escaso apoyo presupuestal del gobierno -aunque haya que reconocer la nueva convocatoria del 6º Encuentro de Arte Contemporáneo, y las aportaciones de becas del FOESCAP que este año apoyan en el tiempo prometido a los creadores- hay que indicar que exposiciones de calidad estética como las de Carlos Jaurena, de enigmático lenguaje pictórico, en la Galería de Arte Contemporáneo y Diseño, o en la sala pequeña alterna Alejandro Teutli, con un mundo de dibujo y representación pictórica fusionados admirablemente, o la instalación de autorretrato escultórico de Jorge Llaca pasan desapercibidas por falta de difusión. La planeada creación de públicos está abandonada en el proyecto cultural, dominando el desconcierto y la disgresión en el ámbito político del gobernador Mario Marín, quien está más obsesionado por entregar a la sociedad poblana elementos espectaculares satisfactorios que garanticen su permanencia ante la inminente decisión del Tribunal Supremo sobre el asunto de la periodista Lydia Cacho y el apoyo que Mario Marín ofreció a Kamel Nacif presionándola ilegalmente con las instituciones de justicia del Estado.
Jorge Llaca
Carlos Jaurena
Con las expresiones de protesta gráfica el arte se produce, decía, fuera de los espacios culturales habituales y se despliega, también, con personas que situadas al margen de la aceptación social por su identidad "dark" o por la mentalidad desequilibrada, producen continuamente sin ser reconocidas. Hay quienes, sin asimilarse a la red comercial, persisten desde su impulso interior en producir imágenes, y otros tantean la difusión desde los escasos espacios que se les brindan. En Puebla se encuentran diseminados muchos de estos artistas que podrían agruparse bajo la denominación de "outsider art", un término y fenómeno que pronto abordaré en profundidad en un ensayo, y que empieza a atenderse en México con la actual propuesta en el Centro Cultural Español (Guatemala 18, Centro Histórico, México DF) "Pycomotif: Registro de la locura" y con artículos como el publicado en el periódico El Universal por Miguel Ángel Ceballos "El arte, terapia contra la esquizofrenia" que señala la función del arte como terapia en el tratamiento de pacientes en México con trastornos psiquiátricos.
Arael ajustando su obra en los Lavaderos de Almoloya
Un gobierno atento, junto a la crítica de arte, deberían proveer los mecanismos de difusión de este tipo de obras y actuaciones que la institución se resiste a considerar de valor artístico. Un ejemplo es la labor encomiable que Isabel Espinosa, jefa del departamento de promoción del Fideicomiso del Paseo de San Francisco realiza. Su preocupación por encontrar espacios de exhibición artísticos abrió los Bienes Inmuebles Históricos de la Zona de San Francisco para ser utilizados en
actividades artísticas cuando permanecían cerrados al público, o sin uso. Este interés ha permitido acceder y conocer muestras que no podrían albergar otros lugares aunque, como siempre, lidiando con la burocracia y el menguante presupuesto financiero que amenaza la desaparición de la oferta de estos espacios de promoción artística, y que serán absorbidos por el emporio comercial que es dueño y rige el centro comercial de San Francisco, los cines y los hoteles.

Arael es uno de estos artistas, perteneciente al submundo "dark" y de peculiar personalidad, que concluyó su muestra este pasado viernes en los Lavaderos de Almoloya (10 Norte s/n junto al hotel City Express). Arael, sobrenombre de Alfredo Ortuño, conjunta un intenso deseo de expresión con la fuerza de la imaginación. Ha ido desarrollando a través de un gran número de obras pictóricas (comenzó hace 7 años a pintar de forma autodidacta) un mundo
significativo con el que despliega sus ideas, sueños y pensamiento: Un mundo atormentado, cargado de erotismo hecho trizas, de carcomidos sentimientos amenazantes, de lamentos religiosos que horadan sus resquicios vivenciales.
La ingenuidad plástica se manifiesta arropada en crudas visiones esperpénticas: Un adorable osito de peluche aparece con su oreja enganchada en un gran anzuelo, una linda mariposa a punto de ser cortada por la mitad con unas tijeras, una primorosa y al mismo tiempo amenazante niña avanza en un bosque nevado de donde surgen figuras de gusanos gigantes...
Inquietantes figuras componen un universo que gira casi siempre en torno a un personaje predominante en el plano de la imagen quien es, en varias ocasiones, la propia representación del autor que refleja un estado contemplativo, como ausente. A su alrededor se distribuyen cabezas degolladas, calaveras, esqueleto meciéndose en un columpio... Un sinfín de actores en un espectáculo de horror.
La percepción de Arael no se encuentra contaminada por el proceso de una educación convencional formal. Esto se advierte en una observación cercana analizando el manejo del material y el color, aunque esto mismo puede hallarse en gran cantidad de artistas provenientes de escuelas de Puebla como la UDLA o el Instituto de Artes Visuales... Sin embargo, es precisamente a través de estas carencias que su potente imaginación encuentra acomodo. Arael es consciente de que toda producción visual requiere de proceso y evolución, y prosigue en ella con toda pasión y entrega. El control de la técnica utilizada responde a su fuerza expresiva que se inclina más por la construcción narrativa que por el discurso estético-formal. Todo ello conduce su obra a alcanzar momentos plásticos que vibran con alto impacto y contundencia visual, donde lo narrativo se engarza perfectamente con la torpeza artesanal. En otros momentos, sus piezas se sitúan en la ambigüedad de mecanismos de representación ineficientes que apuntan, con la figuración empleada, más hacia el manejo de tensiones psíquicas. Y en otros, los elementos empleados, tanto figurativos como plásticos, resultan en desaciertos que señalan sus circunstancias concretas de artista de intenso potencial en busca de su espacio expresivo.
Como Arael hay muchos artistas que prosiguen su labor al margen de la aceptación y encumbramiento elitista. No bastará simplemente habilitar espacios de exposición. La crítica de arte ha de facilitar un acercamiento a las producciones artísticas que la institución-arte se resiste a aceptar, desde las efímeras expresiones político-culturales hasta las autodidactas serias apartadas del circuito cultural, pasando por este tipo de artista comprometido y en el que su representación brota del propio impulso de vivir.
Publicado el 12 de Agosto de 2006