CazaMóvil. Arte lejos de espacios de legitimación

Ramón Almela. Doctor en Artes Visuales

CazaMóvil Remolque en el Jardín del Carmen de Puebla
La noción de arte como valor monetario entraña una ecuación donde la fortuna monetaria se incrementa en paralelo a la fama y la calidad. Este concepto se encuentra inserto extensamente en la mentalidad popular. La aproximación generalizada al artista y a la obra en una exposición se hace desde una idea profundamente mercantilístico-estética asumiendo que, como afirmaba sin lugar a dudas un visitante a la acción de CazaMóvil, "El arte va de la mano del dinero". En esto insistía mientras se despedía de las artistas en la ServiPlaza de Momoxpan el miércoles 24 de Agosto, diciéndoles "Espero que os acordéis de mi cuando seáis millonarias". Esta persona participaba de la idea habitual que el arte es un producto de consumo y espectáculo en el que el objeto se comercializa y el productor y sus intermediarios se enriquecen al lograr los niveles adecuados de expansión publicitaria. En cierto modo, su idea no está nada alejada de un aspecto actual del arte pero, por otro lado, no atisbaba la verdadera esencia de la acción que visitó, la cual se inserta en el movimiento creciente de alejar el arte de toda expresión comercial, incluso ironizándola como estrategia. No entendió nada.
Laura Medina intervención en habitación de "CazaMóvil Jonuta"
Laura Medina, Sandra Ultreras y Marycarmen Arroyo, que finalizan la carrera de Artes Plásticas en la UDLA, iniciaron la actividad de CazaMóvil con una decidida acción de llevar el arte hacia los espacios comunes, los lugares inusitados, las áreas cotidianas de vivir. Empezaron con "CazaMóvil Jonuta" transgrediendo e interviniendo el propio espacio de vivienda de Sandra, el cual desalojaron absoluta y materialmente... no convirtiéndolo en espacio galerístico, sino transmutándolo en espacio de reflexión artística. Sus habitaciones, desde la cocina al baño, pasaron a ser instalación que una vez evidenciaba la historia u ocupación mobiliaria, en otra una ficción evocativa de presencias humanas, y en otra ocasión rincones de reflexión donde el texto, las figuras ingenuas o el monitor servían de enlace especulativo. Estas tres exposiciones entre Abril y Mayo de 2005 estaban marcadas por la implantación de una actitud artística en el ámbito cotidiano de una casa de la barriada de Momoxpan. Los primeros visitantes fueron la chiquillada corriente que pulula por ese fraccionamiento y que tuvieron, probablemente, su primer acercamiento con nociones de arte válido que rompe con esquemas a los que sus parámetros familiares y sociales los inducen.
Sandra Ultreras intervención en habitación de "CazaMóvil Jonuta"
CazaMóvil es desarrollado como concepto artístico en sí tratando de cambiar la dinámica artística del arte para insertarla en la vida cotidiana de cualquier individuo. Una tarea utópica que reanima aspiraciones modernistas de reconstrucción del arte en la sociedad. Emprenden esta tarea con energía y sin financiamiento. Todo lo están logrando desde su empeño personal. Hay que señalarlo, apuntándolo a la consideración de esos responsables de apoyos de presupuestos para cultura para que sepan observar donde se está dando una aportación de interés amplio de difusión de nuevas propuestas, alejadas de personalismos e interés mercantilista de la obra.
CazaMóvil Remolque en ServiPlaza de Momoxpan de S. Pedro Cholula
Y ahora, impulsados por esta actitud que ellas sintetizan como "Nómadas de corazón" y buscando un encuentro más directo con el espectador llevaron la experiencia artística durante Agosto a la puerta de los hogares visitando cuatro colonias y tres juntas auxiliares de la ciudad de Puebla en un remolque. "CazaMóvil Remolque" estuvo detenido por tardes enteras en esos espacios presentando en cada uno de ellos diversas opciones de performance, instalación y acciones que involucraban a quien transitaba por el lugar.
CazaMóvil Remolque en la Junta Auxiliar de San Jerónimo Caleras
Su idea no persigue colocar el objeto artístico dentro de un trailer para exhibirlo en las áreas de interés comercial. Esa sería una estrategia empleada en el medio artístico y que no se distingue de lo mercantil de una galería de arte, como se ha hecho con camiones rentados en áreas de gran circulación de público artístico en el barrio de Chelsea o el Soho, en Nueva York. "CazaMóvil Remolque" ofrecía una variedad de estrategias de arte contemporáneo al público en sus propios espacios, aún a pesar de su desconfianza, extrañeza y reticencia por el arte contemporáneo.
Sandra Ultreras
Niño interaccionando con la instalación "La flor de la violencia"
Esta actitud de resistencia e inhibición no fue la misma en todas las paradas. En San Jerónimo Caleras, a diferencia del jardín del Carmen y Plaza Cristal, el remolque fue apropiado por el ámbito donde se situó. Primero por los ambulantes que se situaron a su alrededor, y después por los niños que se involucraron en la instalación de Sandra Ultreras quien, aludiendo a la violencia cotidiana, colgó siete globos llenos de agua cubiertos por pintura roja cual si fueran los pistilos de flores que estaban representadas en el techo. Los niños llegaron a interactuar con la instalación deshaciendo los globos y observando el líquido rojo desparramarse a lo largo de dos cuadras.
Laura Medina performance "Tres flores negras" para CazaMóvil Remolque
Cada una de las paradas siguientes era protagonizada por varios artistas. Similar actitud con el público se experimentó con el performance de Laura Medina que, inmóvil, contemplaba una flor negra con rasgos faciales, aunque tuerta, en un inodoro mientras la artista sostenía un ojo plástico entre las manos. El público, inactivo, la contemplaba como si se tratara de una figura de yeso. Esa invisible barrera no se formó en la parada de San Jerónimo Caleras. Los niños se adueñaron del performance manipulando los objetos hasta poner el ojo en la cuenca vacía del rostro de la flor.
Santos Cuatecontzi dibujando con la boca igual que otro niño en su acción para CazaMóvil Remolque
La participación del público se alcanzó plenamente en La Resurrección y en El Carmen con el entusiasmo de los niños envolviéndose en la propuesta de Santos Cuatecontzi que les pidió emplear otro modo para dibujar que no fuera su mano habitual. La cooperación necesaria para la obra de Marycarmen Arroyo fue más espontánea. Se dispuso a dibujar el rostro de las personas que se acercaban a cambio de que, a su vez, retrataran a la artista y así, ir componiendo en el remolque un conjunto de imágenes que revelaran la peculiar representación empleada en la percepción del público general dibujando el rostro de Marycarmen.
Marycarmen Arroyo en su acción "Doble retrato"
con el CazaMóvil Remolque en el Jardín del Carmen de Puebla
Lluvia Guerra y Pablo Loreto se anticiparon a la llegada del remolque a La Paz y a la ServiPlaza de Momoxpan con la acción de fotografiar disimuladamente como "paparatzis" a personas de esos barrios. En esas tardes aparecían en el interior del remolque las imágenes captadas, encontrándose mucha gente con individuos que conocían -que en ocasiones convocaban a que se presentaran- o con ellos mismos a quien se solicitaba que firmaran su autógrafo en la foto.
Lluvia Guerra y Pablo Loreto. "Paparatzi"
Personaje fotografiado firmando su autógrafo sobre la foto que le tomaron
La resistencia del público fue notoria con las propuestas de Isaac Muñoz y Rodolfo Collado quienes abordaban una dimensión sociológica del tiempo, el espacio y la representación en el Jardín del Carmen. Se proyectaba simultáneamente en Monterrey un video de Isaac de la inauguración de una muestra en el Remolque mientras que aquí, en Puebla, se contemplaba el video, tomado por Leonardo Martínez, de una exposición en un café de Monterrey. El desconcierto aumentaba cuando, al mismo tiempo, se emitía una grabación de elevado volumen, pieza sonora de Rodolfo, con una voz reflexionando en inglés sobre una utópica estación, un "no lugar" que siempre fue.
Isaac Muñoz y Rodolfo Collado.
Video y Pieza sonora en Caza Móvil Remolque en el Jardín del Carmen
Una variedad de propuestas que tienen lugar bajo el concepto de "CazaMóvil" generado por estas tres artistas jóvenes, Laura Medina, Sandra Ultreras y Marycarmen Arroyo que, desde comienzo del año, conducen el arte fuera de los espacios de legitimación, extendiendo la desterritorialización actual y combatiendo las nociones elitistas y distantes de la obra de arte. Hay que seguir atentos la ruta de este CazaMóvil pues mientras desvela el arte al público alejado, reestructura la visión estancada de tanto artista en Puebla aprisionado en la estética ontológica del objeto artístico.
Publicado el 3 de Septiembre de 2005