9º Salón de Arte Erótico: Intimidad festiva

Ramón Almela. Doctor en Artes Visuales

MayZindel. "Cultura oral"
El pasado Salón de Arte Erótico celebrado en la galería de Arte Contemporáneo y Diseño en 2003 marcó el alcance institucional de una inquietud por mostrar el arte erótico fuera de los confines privados. Sin embargo, la agitación creativa disminuyó al plegarse al determinante público del espacio expositivo. Se disipó el acto de erotismo convertido en una manifestación culta y sacralizada por la "bendición" institucional. Esta vez, se optó por ahondar en las razones que impulsaron la gestación de estos salones independientes de arte retornando al espacio privado como lugar de acontecimiento y festejo. El espacio lúdico como ámbito donde se produce la interacción de fuerzas sensibles que iluminan la realidad transmutando el espacio. Un espacio en el que se alumbran diversas posibilidades fundadas en la trama relacional entre las obras, los autores y los asistentes en una dinámica de encuentro que se funde en la fiesta, que es la encarnación plástica de esta atmósfera de interrelación. En este encuentro festivo, el arte se despliega desde su más honda raíz, lo lúdico, donde converge la acción artística con el espectador en esta celebración erótica.
Elizabeth Castro. "Puro rollo"
Es la misma expectación de un nuevo salón la que crea la misma celebración festiva: Los artistas preparando sus piezas desenvolviendo el tema elegido, que este año fue "el baño", y los asistentes anticipando la obtención de las entradas reservando su disponibilidad. Se ha instituido en esta sociedad conservadora, reprimida por una religiosidad castrante, la festividad de lo oculto y lo reservado que el erotismo supone y que el arte canaliza en una liberación y catarsis, convirtiéndose el espacio de exhibición en un lugar para suprimir el mundo de lo cotidiano y enfocarse en la intimidad del "yo" mismo.
Hector Ruiz. "Cuerpecito limpio"
El baño y lo erótico originan la eclosión de la intimidad y el placer. En la cultura actual, la intimidad se ha convertido en un nicho de mercado, una forma de entretenimiento, una actividad del ocio: El despertar de los deseos, el comercio de la seducción de las prendas interiores, la difusión en la red de espacios de encuentro y emparejamiento. Mientras, paradójicamente, el encuentro personal desaparece fomentándose la individualidad y el vértigo urbano. El arte busca suplir estas carencias definiendo espacios y ámbitos de intimidad, lugares que podamos reconocer como nuestros. Así, la propuesta de reflexionar sobre "el baño" y el placer erótico se anticipaba como jugosa pauta creativa en la que la imaginación erótica y la vivencia de un espacio se ajustan; La esencia intrínseca del mismo espacio la proporciona pues es donde la desnudez y la intimidad individual tienen lugar.
Alberto Vizcarra. "Recogiendo el jabón"
Pero, ¿Cuál es el resultado de esta reunión anual? Hay una fijación mayoritaria en los utensilios del baño y su entorno acoplándolos a la representación de la genitalia con ingenio e intuición, humorismo y perspicacia, pero ausente de seducción erótica. Por supuesto que la seducción no puede limitarse a la convención impuesta por la publicidad, sino que abarca todas las esferas posibles de la expresión humana con sus deseos y perversiones. Pero, como Jean Braudillard señala: "El problema no es, pues, el de la impotencia sexual con su cortejo de razones y sinrazones psicoanalíticas, sino el de la impotencia en cuanto a la seducción... el desencanto radical proviene de la seducción y su fracaso."
Hector Castilla. "Azulejo excitado"
Teniendo en cuenta en el artista su capacidad para transmitir y revelar los niveles de excitación y deseo, la seducción, a través de la obra ¿Dónde estaba en general en la exposición ese juego de aproximación e insinuación sensible que hace de la relación amorosa una experiencia enriquecedora e incontenible? La pura ostentación de los genitales no origina el deseo. Es la evocación de la experiencia de estimulación sensual, la imaginación intensificando el deseo del goce corporal, el recuerdo del éxtasis orgásmico y de la fusión espiritual lo que organiza sensaciones y vivencias en la mente del artista y del espectador-lector de la obra. Los recursos de seducción del artista en la obra deben ir en paralelo con la articulación de sus medios en la vida sexual. Con la conjugación exitosa de ambas se brinda el alumbramiento erótico de su actuación plástica.
Edgar Torres. "Fantasia terminada"
Hay ejemplos de lo anterior en varias de las obras mostradas. A través de ellas se detonan desinhibidos pensamientos e ideas eróticas encuadradas bajo una intención estética. Los videos reunidos en una sala y las consiguientes obras de imagen fija fueron exponentes de ello. Edgar Torres con su corto "La perla" suscita dimensiones de recuerdos y deseos en varios planos emocionales, incluso disfuncionales y tormentosos, con los que acentúa la vivencia del erotismo en la esfera íntima del individuo. Además, los videos de Héctor Ruiz y de Javier González acoplan la realización técnico-artesanal con la operación simbólica y estratégica de la seducción erótica. Otras imágenes como cierta obra fotográfica de Jordán, la de Alberto Vizcarra "Recogiendo el jabón" y Elizabeth Castro "Puro rollo" manejan una directa impresión de la realidad que invoca la sensualidad del cuerpo.
Contemplando la obra de Javier González. "Calentador corona"
Muchos han confundido el erotismo con la representación banal del cuerpo. No obstante, en la complicidad icónica de enseres del baño con la fisiología humana hubo aciertos cuando generan ideas sensuales como ocurre en la obra de May Zindel con los labios en los azulejos, la de Héctor Castilla con el "Azulejo excitado" y en la de Kena con los "Blancos". En otro aspecto, la distorsión de la imagen humana desnuda provocada por barreras transparentes es aludida en varias piezas de Teresa Colín, Guillermo Espinosa, y Nora Adame quien opta, como otros artistas, por la acentuación plástica más que la erótica.
Rocio Suárez. "Sin título"
Y así ocurre en muchas de las obras expuestas: Prevalece el enlace entre la temática del baño y la plástica empujando una reflexión de disposición matérico-abstracta como es el caso de la obra de Rocío Suárez y en la de Ángela Arziniaga, la representación plástico-figurativa como en los casos de Bayro y de Lidia García, o la recuperación de las inscripciones de las paredes de los baños públicos con Mónica Bello.
Ragás.
Enrique Beggar condujo la temática del baño hacia el encapsulado escultural en resina con resultados menos acertados que en otras ocasiones, y Ragás se adentró en la imitación de la materia fecal donde depositó fruiciones internas y complejidades psíquicas del placer que no hay que descontar en un acercamiento abierto al tema del baño y el erotismo.
Ramón Almela. "Texto y humedad 1"
Una variación se insertó en esta edición del salón de arte erótico: La justa apreciación a la producción literaria. Mi propia obra "Texto y humedad"coincidió sin pretenderlo con esta tendencia en una intersección entre la plástica y la literatura: Impresos de dos textos eróticos estuvieron dispuestos para ser arrancados libremente del bloque donde se encontraban y conservados por el visitante. Por otro lado, la poeta Gabriela Puente, desinhibida, bajándose los pantalones, acometió la lectura de varios poemas sentada en un sanitario frente a los asistentes. (Parte de estos poemas se encontraban en el pequeño cuarto del inodoro en el espacio de exposición). Y Amelia Domínguez también contribuyó con un relato a la celebración de ideas y pensamientos eróticos que fluía animadamente en el ambiente.
Enrique Beggar. "Onírico, onírico"
Esperemos que el proyecto del Salón de Arte Erótico, próximo a su décimo aniversario, continúe la celebración festiva en un ámbito que enfatice la visión vertical del sentimiento romántico impulsando las capacidades cognoscitivas de la poesía que superen los limites de las disciplinas, potenciando el misterio de Eros, la plenitud del goce erótico y la trascendencia de la experiencia sensual a través de la plástica visual. Y por la misma, deseche esta visión horizontal limitada a la genitalia sujeta a la inmanencia del erotismo.
Jordán.