Entre las pirámides y la puerta de Alcalá

Ramón Almela. Doctor en Artes Visuales

Sobrevolando México... y no sólo simbólicamente, sino físicamente en avión, en viaje hacia España. Reflexiones de altura, ¿O reflexiones de profundidad repasando experiencias, vivencias, y situaciones? Escribir y pensar. Empujado al límite. Reflexiones sobre una tierra a la que uno pertenece por acción y en la que tantas veces se siente uno extranjero, desdeñado, apartado por la peculiaridad de tu ser y la idiosincrasia de tu pensar. Sobrevolando los dos países me encuentro anclado en el límite entre la tierra de origen y la tierra de acción. Me encuentro volando desde el espacio que alberga mi pensar hacia el que guarda mi esencia situándome en el límite, sin pertenencia a lugar alguno, sin patria. Esto te permite elaborar y reflexionar sobre tu condición, tu actividad en un espacio despejado. Crítica y teoría, Praxis y Ética. A fuerza de situarse en un lugar se encuentra uno en ningún lugar debatiéndose entre identidad y respuesta. Reflexión intelectual y compromiso personal. Asumir papeles, roles no perseguidos producto de tu desenvolvimiento y tu destino.
Madrid. Puerta de Alcalá
Entre las pirámides y la puerta de Alcalá, entre la piedra y el titanio del Museo Guggenheim de Bilbao. Este "entre" obliga a meditar y "reflexionar", darse cuenta de la situación límite en la que me instalo. Percibir el espacio que empuja a una extrapolación de los conceptos. En el aire entre México y España... y no sólo en el espacio aéreo, sino auténticamente en el límite entre el pensamiento de España y México.
Cholula. (Puebla) Pirámide con Iglesia en la cima
Es evidente la descalificación de lo intelectual que se vive en México, mientras en España, en Europa, se propugnan e impulsan filosofías que se adelantan a tendencias que responden a necesidades y urgencias de nuestro tiempo. Lo que es más, este anti-intelectualismo se une a la envidia en Puebla formando el entramado de la vida cultural y sociológica. Afirma Sergio González Rodriguez en el periódico Reforma "La tendencia ideológica dominante en el México de la actualidad es el anti-intelectualismo", y al mismo tiempo, recojo en Síntesis la opinión de Roberto Martínez Garcilaso: "En el mundo cultural de Puebla subsisten, todavía, agazapados bajo su máscara de ubicuidad, algunos envidiosos que han hecho de las maledicencias su modo de vida".

Detecto en Puebla el menosprecio hacia la labor intelectual realizada en la práctica de reflexión y crítica sobre arte. Se podría creer que esta actitud proviene del sector más tradicional y artesano en la creación poblana que observa irritado y sin disimulo las incisivas opiniones vertidas en los comentarios en varios medios de comunicación. Pero sorprende recibir comentarios de desprecio rebajantes ("Vanidoso" "Se cree un intelectual") acerca de la presunción de mi persona y la actividad emprendida con la reflexión teórica de las artes.

Teotihuacan. Mexico. Pirámde de la Luna
Comentarios de desprecio hacia la persona resultan consecuencia lógica en la intención de descalificar la opinión de quien expresa sus ideas en los medios de difusión. Quizás sea la única manera que poseen para rebatir y confrontar una idea: Destruir al personaje contrario para invalidar su pensamiento. Pero, la afirmación "Se cree un intelectual" me impulsa a cuestionar qué ocurre cuando estas voces surgen desde sectores que se suponen progresistas. ¿Qué significa este desprecio del intelecto o, qué entienden por intelectual?

La actividad intelectual se basa en el uso del intelecto, la inteligencia, manejando la reflexión y el pensamiento teórico para analizar los discursos y las acciones humanas. Se usa el intelecto al internarse en los diferentes componentes de la realidad y elaborar propuestas que permitan abordar el mundo, tanto el de las ideas como el físico, que nos rodea. A través de todos mis escritos despliego una combinación de disciplinas teóricas para abordar el fenómeno del arte mostrándolo como una actividad genuina y reveladora del pensamiento humano y propongo una crítica que permita entender de una forma renovada la realidad y el mundo en el que estamos. ¿Es esto una actividad intelectual? ¿Puedo reivindicar mi actividad como intelectual?
Madrid. Sesión de Jazz en Café Berlin
Desde las filas de la izquierda o la derecha política la visión crítica de los acontecimientos es menospreciada. El propio Vicente Fox expresó alguna vez que Carlos Monsivais "no es un intelectual". El intelectual argumenta las ideas construidas desde bases teóricas y las defiende con el ánimo de mejorar la vida a través del estudio y la enseñanza. Su acción resulta en un cuestionamiento de la realidad cultural, social y política.

Es necesario desplegar la conciencia crítica del ser humano. Jorge Ayala Blanco, un riguroso crítico cinematográfico, insistía en la necesidad de la crítica en el periódico El Financiero: "Si no hay crítica en un país, simplemente no se avanza. En cualquier ámbito, si no ejerces una mínima autocrítica te tropiezas con la misma piedra." La actitud chovinista de enaltecer los valores, las buenas costumbres y el país sin actuar con ojo crítico no es congruente con una actitud edificatoria social, señala por otro lado Iván Farias en Síntesis, reclamando que aquellos que no quieran crítica que se vayan a China, recordándoles que allí ni siquiera puede cuestionarse a la selección de fútbol. Y Fernando Savater afirma: "El espíritu crítico y reflexivo es el mejor escudo de defensa que atesora una sociedad que alardea de defender la libertad y los derechos básicos". Pero prevalece en México, sin embargo, la idea católica, expresada recientemente por Guzmán Carriquiry, subsecretario en el Consejo para los Laicos en el Vaticano, que "Dios se revela a los pobres y sencillos y no a los sabios, a los intelectuales..." que, dice, tienen unas capas de prejuicios para resistirse a ver "a aceptar la realidad objetiva que ven". Es patente la manipulación de la jerarquía eclesiástica y colaboradores (Legionarios de Cristo, Opus Dei, Pro-Vida...) para subyugar la mente de la gente y mantener su dominio. Esto se pone de manifiesto en la campaña iniciada contra la película "El crimen del padre Amaro" por ese sector intransigente insistiendo en someter a la razón con los prejuicios de la fe, el dogma y la obediencia. Recomienda Savater que "los prejuicios y lastres suministrados por el fanatismo sean pulverizados con el ácido de un pensamiento liberado de supersticiones, de ataduras trascendentes". La crítica en la sociedad y en las artes ejercida por intelectuales impulsa la liberación del pensamiento de estas ataduras ancestrales que son las que conducen a este evidente desdeño por lo intelectual.
Vigilancia policial ante el estreno de "El crimen del Padre Amaro" en México
El pintor figurativo español Antonio López comenta en una reciente entrevista en El País sobre la personalidad colectiva de los artistas españoles de todas las épocas. Los artistas españoles tienen en arte una peculiar visión, "una forma de decir la verdad un poco arriesgada", sin refinamiento. Y se encuentra en la génetica desde Velázquez, Goya, Picasso... Señalaba sobre "lo español": "Puede que sea la palabra. El español no sabe muy bien por qué hace las cosas... Es como una especie de destino que le lleva para su desgracia, a hacer algo que le puede acarrear problemas."
"Construccion medusal" con rollos de papel de baño sobre los respiraderos del metro en Plaza Callao (Madrid)
Resulta significativa su afirmación en esta reflexión de "altura" replanteando identidad y crítica al viajar entre los límites de México y España. Advierto la actitud de menosprecio a mis escritos, en parte motivada por la fobia anti-intelectual, en parte por la envidia en el mundo cultural de Puebla, pero también tendrá que ver por esta manera española de decir la verdad de manera arriesgada sin refinamientos y a lo que uno se encuentra predestinado. Pero no puedo dejar esta característica de "lo español" que mira las cosas con energía y desmaquilladas elevando mi opinión crítica e intelectual a pesar de quien se sienta molesto. Es condición misma de mi persona que abordó esta tarea crítica sin saber muy bien por qué, aunque consciente de la necesidad de la misma.