Ramón Almela. Mapas del amor

Ramón Almela. Doctor en Artes Visuales

Ramón Almela. Boceto para "Abandonado y sin ayuda" 1997
Se expone en la CASA DEL TIEMPO de la UAM mi exposición "Mapas del amor" inaugurándose este jueves 10 de octubre (Pedro Antonio de los Santos 84 en Chapultepec, cerca del metro Juanacatlán en Mexico DF) Hasta el 10 de Diciembre, 2002. Es un sondeo en mi actitud plástica definida por la conjugación del espacio y el escrito como herramientas conceptuales dentro de la disciplina de la pintura. La muestra combina la presentación de recientes obras, bocetos preparatorios y videos de muestras significativas con los que se revisa el proceso creativo seguido en estos últimos años. No consiste en una retrospectiva, sino una exploración de la génesis creativa de mi obra desde los dibujos preparatorios de la obra de 1991 hasta 2002 que revelan inquietudes, dudas y tanteos que culminan en la construcción de las últimas piezas. El amor aparece como hilo conductor, siendo los dibujos y las obras una operación cartográfica de la intimidad, un análisis de las vivencias con las que se construyeron las obras y que señala el camino transitado por los avatares del amor en el proceso de construcción de mi lenguaje plástico.
Ramón Almela. Boceto para "Arriésgandote en un nuevo camino" 1995
Mi obra de la década pasada se desarrolló en un entorno dominado por metodologías y estrategias artísticas marcadas por la redefinición de clase, sexualidad, identidad cultural, raza y género. Mi obra, sin embargo, se inclinó por dilucidar la línea de mi sentir, de las emociones experimentadas. Me involucré en dilucidar esas líneas de sentido de mi proceso vital en un esfuerzo de autoexploración, de aventura introspectiva; un recorrido por los terrenos de la vivencia. Estos viajes al interior quedaban descritos en dibujos y textos que indicaban el camino y la simbolización seguida. La introspección fue marcada por el lenguaje en consonancia con la imagen. Ambas, entrelazadas, forjaban una comunicación simbólica que delineaba el sentimiento experimentado. Percibí que mi obra había sido un esfuerzo por realizar mapas y estos casi siempre trataban en torno al amor.
Ramón Almela. Boceto para "El beso de Enero" 1996
El amor resultaba ser el detonante creativo. La naturaleza del amor es indescifrable. El amor no es una emoción, aunque se expresa a través de emociones que pertenecen a la singularidad inefable del sujeto. Es una fuerza, una energía liberada por la esencia más profunda del ser humano, es un estado de conciencia. Se conoce por sus resultados. Las características del amor se desglosan en muchos matices: Amor filial, amor erótico, amor fraterno, amor al saber... Pero es el amor sexual el tipo generador de todo otro amor, como decía Unamuno, "Es el amor lo más trágico que en el mundo y en la vida hay... El amor busca con furia, a través del amado, algo que está allende éste, y como no lo halla, se desespera."
Ramón Almela. Boceto para "Dialogos con el pasado" 2000
El amor sitúa a la persona en una dimensión paralela a la experiencia estética como sensación sublime, sobre todo el amor-pasión. Este amor que exalta cualidades y arrebata se funda en un magnífico malentendido al dirigirse hacia la representación que hace el sujeto de sí mismo, según explica el psicoanálisis. Los objetos de amor son siempre una construcción ideal, el producto de una elaboración. Pero, ambas experiencias, la estética y la amorosa se conectan en la objetivación y concentración sobre el objeto amado/objeto admirado. Del mismo modo que la persona amada atrae y sujeta la atención del amante, el objeto estético transporta la atención del espectador directamente hacia ese objeto externo. El amor es esa fuerza que provoca en el individuo elevarse sobre la "voluntad" en un plano de libertad absoluta, fuera del tiempo, en una totalidad estética, en un mundo como "representación" como Schopenhauer definía. Esta pasión generada en el sujeto hace que se olvide de sí mismo identificándose con el objeto. Y es que el amor y la experiencia estética representan la condensación de ámbitos iluminados por líneas de sentido abiertas en el encuentro lúdico-creativo entre objeto y sujeto. Y lo que es más, el proceso creativo también se compara al del estado de enamoramiento al ser éste una solución individual a un problema vital insoluble.
Ramón Almela. Boceto para "Ausencia del amor" 2000
La experiencia estética es similar al amor. El amor erótico atrapa en una red sensual e intelectual originado bajo similar mecanismo al de la experiencia estética, intensidad sensible, aunque de orden diferente pues el amor atrapa, el amor provoca conflictos, ataduras. Nos amarra ¿Será esa la simbolización desintencionada de las cuerdas y los nudos en mi obra? Escribía en una de estas piezas: "El corazón solitario no pierde la ilusión persiguiendo el amor. Lo encuentra en él, pero se le esconde. Nos ha amarrado sin piedad; no nos deja escapar. Sufrimos y desesperamos en su tenaza que nos ahoga. Nos hemos entregado a él y nos domina. Desesperación abrazada a nuestro interior que horada con sus letras la superficie de nuestra piel." Es una dualidad planteada en muchas otras piezas. Una dualidad entre el deseo y el desaliento, entre el deseo de compañía tanto como de soledad. (El sueño del amor, el terror de su ausencia) La fuerza pasional del amor condensa goce y sufrimiento situándose entre el deseo por amar y la ruptura. Los desgarros y roturas se fueron integrando en mi obra como elementos plásticos, quizás simbolizando esta tensión y sufrimiento de las rupturas amorosas.
Ramón Almela. Boceto para "Pautas de crecimiento" 2000
La realidad es generada por nuestro deseo. A través del amor se aspira a llenar esa oquedad de nuestras carencias, de lo que nos falta, como esas letras a las que me refería en el escrito, horadadas en la piel. Entre lo imaginario y lo real se levanta el muro del lenguaje que engendra la realidad (aunque no sea lo real). Este ensueño, esta entelequia que es el amor no reposa en nada tangible. Proviene de la intersección entre imaginación y realidad entre las que se instala el lenguaje. El amor surge y es causado en el orden del lenguaje. En el lenguaje está enraizado nuestro sentido cultural. El amor erótico, pasional, fue una invención cortesana del siglo XII desarrollada con la retórica de los trovadores forjada como una herejía espiritualista escindida del cristianismo; la pasión amorosa como exaltación religiosa, el lenguaje de la pasión humana correspondía al lenguaje de la pasión divina. Desde entonces, se fue desprendiendo de la religión y pasando a la costumbre convirtiéndose en lenguaje común en occidente y cargando de significados de amor romántico las inclinaciones instintivas determinadas por la moral como fusión místico-amorosa monogámica mediatizada últimamente por la influencia de Hollywood.
Ramón Almela "Deseando amar" 2002
El deseo y la ilusión son componentes del amor. La ilusión conlleva ese entusiasmo utópico encontrado también en la imaginación creativa con la actividad genuinamente artística de renovación. Deseo e ilusión en el amor se traducirían respectivamente en fuerza y brillo. La plástica matérica traslada emociones que vive la persona en diferentes planos significativos. El amor se extiende entre la ilusión y el deseo materializándose como fuerza y brillo en la materia, en tensión espacial, en color ausente, en objetos. El amor que crea, el amor que desata impulsos e irrumpe en los entresijos de la persona señalando sus deseos e ilusiones. La ilusión que radica en el ámbito de la imaginación y el deseo situado en el nivel de los sentidos. La disyunción tensada entre los aspectos de la imaginación y los aspectos del deseo.
Ramón Almela "Mirar el tiempo sin ti" 2002
Estos mapas plasman los derroteros y caminos seguidos en pos de esa entelequia que es el amor. Son una construcción geométrica-filosófica de la ilusión y el deseo, de la unión y la ruptura. Amor/deseo/ilusión como estructura dinámica de la emoción humana que corre paralela al sentimiento estético y creativo.