Dibujo y Enseñanza Artística

Ramón Almela. Doctor en Bellas Artes

"Evolución y Enseñanza del Dibujo" es una exposición presentada con caracter didáctico, de cara al interior del Instituto de Artes Visuales, a fin de mostrar el progreso conseguido por 28 alumnos del Semestre Final de la carrera de Artes Plásticas en un corto periodo de tiempo: entre Septiembre y Diciembre de 1999. Se inauguró el Martes 8 y puede visitarse hasta el próximo Martes 15 de Febrero de 3 pm-9 pm en Boulevard 5 de Mayo, 208. Esta muestra nos da la pauta para estructurar las ideas que han impulsado ese desarrollo.

Se muestran yuxtapuestas la obra de inicio de IX Semestre y la obra de examen final. Un abismo las diferencia en la concepción y representación del modelo desnudo propuesto como ejercicio. Las carencias básicas en el proceso, valoración y proporción de la figura humana en los dibujos del comienzo del semestre introducen al dibujo de fin de Semestre donde, con todas las deficiencias que puedan señalarse en un dibujo de dos horas y media, destaca el uso del material de carbón, la consecución de una valoración tonal de la figura apropiada, y la atención al proceso general de la obra.

Los problemas que se revelaban al comienzo del curso se mostraban como vicios creados desde la propia enseñanza del Dibujo en los cursos anteriores: Atención particularizada a detalles descuidando una percepción global del modelo a representar, un uso de la línea desajustado a la valoración de tonos de sombra, y un patente proceso de realización incoherente.

Cimentar las bases en la confrontación con el modelo es de importancia vital en el desarrollo de la enseñanza artística. En el dibujo pueden hallarse las estructuras fundamentales de la imagen. El tratamiento que de él se haga determinará en buena medida la respuesta que el alumno tendrá en la realización de una imagen o selección de los datos visuales. La fotografía, la pintura y la imagen digital comparten los mismos elementos morfológicos, dinámicos y escalares que el dibujo.

Dibujar envuelve la percepción. Para dibujar hay que comprender el modelo. Y uno de los aspectos primarios de la comprensión del mismo es el visual. Luz y sombra configuran la forma que apreciamos. Por lo tanto, es erróneo y difícil para el artista que realiza una interpretación directa del modelo conceptualizar esa realidad exclusivamente con datos lineales que no responden a la percepción. Es un esfuerzo que intenta burlar lo que percibimos. No es este el caso cuando en el dibujo estemos ya sintetizando por medio de la línea esos elementos que percibimos. Pero en la enseñanza del Dibujo es más efectivo y apropiado una activa confrontación con el volumen-masa-luz del modelo para empezar, y analizar las interrelaciones de proporción y luz que se dan en el modelo y construir en nuestra superficie una similitud de interrelaciones en un continuo diálogo entre la línea y la representación del contraste de luz y sombra.
No consiste en reducir el comienzo de un dibujo al simple uso de la línea de contorno aparente en una primera fase, para luego revestirla de luz y sombra cuando se cree lograda la estructura. El proceso en el Dibujo es la creación viva de elementos que están interaccionando en el espacio del papel. Las formas van surgiendo dinámicamente en la exploración activa y comparación continua. La línea va marcando el camino de la sombra que ratifica o cambia hasta adecuarse a una presentación correspondiente al mundo de interrelaciones que podemos apreciar en el modelo.

El objetivo –propiamente- no es la copia fidedigna y anquilosada de la figura. El proceso así descrito nos conduce a ello, si es lo que se intenta, o puede hacer desvelar en esa lucha de descubrimiento la esencia y el concepto que queremos reflejar.

Esto, además, nos pavimenta el camino para poder afrontar con el mismo talante y actitud la creación pictórica?donde no se construye la pintura desde un armazón líneal fijo y logrado,?sino que las pautas lineales del comienzo nos abocan a seguir construyendo con espacios de color que van "dibujando" las formas en un dinamismo de encuentros, aciertos y desaciertos hasta que la imagen lograda corresponde a nuestro concepto, que une la realización material y la idea de la obra.

Es así como la enseñanza del Dibujo, desde sus aspectos de proceso y percepción de la imagen, debe basarse en los fundamentos de cómo pensamos la imagen. "Dibujar es equivalente a pensar" afirmó Bruce Nauman. Una desviación en los planteamientos del Dibujo ocasiona un vicio erróneo en cómo confrontar la imagen; nuestra percepción se ve afectada. Las estrategias que el Dibujo emplea revela nuestro modo de pensar. Educar el Dibujo conlleva educar el proceso de pensamiento, que afecta profundamente la manera y sistema del ver y entender el proceso de la imagen visual y los elementos que se conjugan en la misma.

Ramón Almela
Doctor en Bellas Artes
Febrero de 2000