El ansia de amar y gozo desborda mis sábanas. Ya no sé mirar la nocturna superficie sin imaginarte extendida y serena, marcando con tus piernas el recorrido de mi mirada que te cautiva en su incendiada intención.

Quema mi deseo, quema mi fuerza varonil contenida en el tiempo hasta encontrar tu entrega. Ahora crece inmensa la alegría que estalla en mis manos al sentir tus senos dispuestos, tu vientre humedecido por mis labios que no se detienen hasta rodear las curvas de tus pechos en donde me vierto absorto e inquieto. Mi felicidad sale de mi boca triunfante cuando estrujo tiernamente la locura de tu piel desnuda y tu cuerpo brioso que remonta mis pendientes. Apoyada y recostada sobre mi pecho tu cuerpo se mece al aire de nuestra sed insaciable. Agitados, palpo el amor y me hundo en él.

Tus manos me rodean codiciosamente y mi ardor vibra fulguroso por la pasión que brota de tu mirada, mi cariño, tú, mi vida, sonríes iluminando la alcoba, las sábanas hasta convertirlas en la gracia de luz inmaculada que me catapulta al infinito
.

Sábanas
Ramón Almela
atc@criticarte.com
Publicado el 29 de Marzo de 2009