Contenedor

Marco Morales. Maestro en Estética (artehoysintesis@yahoo.com.mx)

El 21 de febrero se inauguró la cuarta edición del Festival Internacional de Cine Contemporáneo de la Ciudad de México (FICCO). Durante los días que dure el festival –hasta el 04 de marzo–, se podrán elegir entre una gran diversidad de películas organizadas en secciones, algunas que seguramente permanecerán en la memoria de los espectadores a lo largo del tiempo y cuya proyección en pantalla no será un evento fácil de repetir. Como parte de la sección tendencias, se exhibe container (contenedor, Suecia/2006) dirigida por Lukas Moodyson.

En blanco y negro vemos a los dos personajes creados por Moodyson a una mujer contenida en un hombre y a un hombre contenido en una mujer. No hablan durante la película. Sin embargo, escuchamos a un tercero, una voz femenina, siempre en "off". La voz de lo contenido. Lo contenido en sí mismo.

A manera de introducción se nos presenta el cuerpo como contenedor, la materia como "extensión". Son ideas familiares; la dupla mente-cuerpo la hemos asimilado muy bien. Así, vemos a un travestido y escuchamos a la "voz" que habla de ser mujer en el cuerpo de un hombre y su dificultad de vinculación con el mundo. Vemos a una mujer que, mientras se ve al espejo, la "voz" se pregunta cómo es que un ser tan grande, un hombre, cabe en ella. Contiene a un hombre. Es sólo el principio.

Así es, el punto de partida tan sólo nos ilustra la misma idea: El cuerpo como una especie de impedimento y no una verdadera extensión. El espectador sabe que no es lo que le preocupa a Lukas Moodyson, no de manera fundamental. No sólo porque se evidencia al momento mismo de ver y escuchar sino porque con el transcurrir de la película es claro que la misma "voz" es obstáculo de sí misma, ella misma esta contenida, restringida por otros. Parece confundida, los seres que habita se encuentran perturbados, aislados, son parias. Vemos escenas de desolación, abandono, ruinas, mientras escuchamos a la "voz" hablar de una serie de "valores" tan convencionales que es claro que presenciamos una "muestra" de la sociedad contemporánea. De cuerpo robusto, la vida de él es miserable, es lo que no quiere. Ella de cuerpo esbelto es tan infeliz como él. Ambos hablan de sucesos populares, como el cáncer de busto de Kylie Minogue, mientras nadan en basura. Esto es lo que le preocupa al director, Container es representación de la vida contemporánea, llena de vacío e insatisfacción.
El director logra optimizar sus recursos, tiene un concepto claro. Logra con eficacia su cometido. No hay historia. Sin embargo, a través de lo que parece un recuento de hechos, con una narrativa poco convencional donde lo expresado por la "voz" no siempre resulta concordar con lo que se ve en la pantalla, existe claridad expresiva. Lo que resulta en su mayor acierto. Adicionalmente, se nota el oficio de Moodyson. Se trata de una película de buena manufactura. A pesar de lo sórdido de algunas escenas, éstas se minimizan en pos de un fin evitando que sea la sordidez la característica principal de la misma. Probablemente, la decisión de realizar la película en blanco y negro le ayuda a ello, particularmente por las distintas "texturas" logradas en ella. A pesar de los diferentes logros de Container, que no es decir poco, particularmente por lo complicado del concepto, ésta se queda en un plano medio tanto por los efectos propiamente estéticos como conceptuales que sólo se sugieren.
Publicado el 17 de Marzo de 2007